La primera forma en la que se presenta Freezer parece suficiente como para atemorizar a cualquiera que se le enfrente. Montado en su navecita, con el simple movimiento de un dedo, logró destruir a todo el planeta Vegita, dejando sin hogar a millones de saiyajines en Dragon Ball Z. Es por eso que Vegeta, Kaiosama y todos los que lo conocen le tienen miedo. Sin embargo, nadie lo sufrió tanto como Krilin.
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El mejor amigo de Goku, Gohan y Piccolo lo vieron transformarse para ganar poder, siempre que se vio amenazado en la batalla que se desarrolla en el planeta Namek. El primero, gigante y con cuernos, clava por el torso a Krilin y lo deja al borde de la muerte. Mientras que su forma final, definitivamente lo asesina haciéndolo explotar en mil pedazos.
Pobre Krilin. Antes de que ocurriese lo anteriormente descrito, Krilin había quedado traumado por el poderío de Freezer. Y justo antes de que alcanzara su forma final, Dragon Ball Z mostró lo que pasaba por la mente del discípulo del Maestro Roshi, sobre cómo iba a ser la transformación definitiva del Emperador del Universo.
Krilin se imaginó a un monstruo con todas las letras. Pensó que la forma final del conquistamundos iba a ser lo que imaginamos de lo que son los extraterrestres malvados en las películas de ciencia ficción, de mediados de la década de 1990.
Al final eso que vemos en la imagen que tomamos cortesía de MeriStation, no fue la forma definitiva de Freezer. El Emperador del Universo logró una transformación en un ser simple en su fisionomía, en lo más parecido que hay a un humano.
Freezer en su forma final de Dragon Ball Z (en Super tiene dos más) es pequeño, con el cuerpo gris y detalles morados. Tiene la cabeza redonda y una enorme cola, que usa como arma, si es que la llega a necesitar.
