Sin duda alguna la industria de videojuegos vivió una increíble realidad llena de buenos impactos económicos durante y después de la pandemia, misma que parece haber quedado atrás. De acuerdo a un reciente informe de PitchBook, firma de investigación estadounidense, sobre el consumo de la tecnología en el mundo, el número de inversionistas en el sector experimentará una notable disminución en 2025, continuando una tendencia a la baja que iniciaría desde 2023.
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Hay diversos motivos para esta baja inversión como lo es el aumento en las tasas de interés, los crecientes costos de desarrollo y el considerable aumento de los ciclos de producción de los videojuegos que han generado una mayor incertidumbre entre los inversores.Mientras se suma el temor a una mayor regulación por parte de los gobiernos ante las constantes fusiones y adquisiciones en la industria.
Sin embargo, uno de los factores más preocupantes es el cambio en la mentalidad de los inversores. Muchos ahora consideran que solo vale la pena apostar por los títulos ya establecidos y con una base de jugadores consolidada, dejando poco espacio para proyectos innovadores o nuevas franquicias. Esta aversión al riesgo ha llevado a que grandes firmas de inversión estén dirigiendo su atención hacia sectores como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
La consecuencia directa de esta disminución en la inversión es la cancelación de proyectos ambiciosos. Un ejemplo reciente es el cierre del estudio Humanoid Studios de Casey Hudson, creador de la saga Mass Effect. La falta de financiamiento hizo inviable continuar con el desarrollo de su nuevo RPG de ciencia ficción.
Los datos de PitchBook también hacen referencia a esta tendencia. En 2020, la industria de los videojuegos recibió inversiones de 734 firmas de capital. Esta cifra se disparó a 2359 en 2021, pero en 2023 cayó drásticamente a 1142 y ha seguido disminuyendo desde entonces.
Esta situación plantea grandes dudas sobre el futuro de la industria de los videojuegos. La falta de inversión podría limitar la creatividad y la innovación, y a largo plazo, afectar la diversidad de títulos disponibles para los jugadores.