Broly ha tenido un extraño transitar por las historias de Dragon Ball. Inició como un personaje que nace de una célula creado en un laboratorio, en una de las películas que hizo la franquicia en manos de Toei Animation a mediados de los 90.
Tiempo después se hizo una secuela de este filme, que lo ponía como un saiyajin que no era parte del canon de las historias hechas por Akira Toriyama.
Hasta que en el 2018, con una nueva película, se integró a las historias originales de la serie, tras contar el verdadero origen del saiyajin que fue desterrado por el Rey Vegeta al ver que este pequeño bebé superaba el poderío de su hijo, el príncipe que todos conocemos.
Dicho reinicio hace que el personaje tenga un maravilloso futuro por delante en la franquicia, a pesar de que ya lo conocemos a detalle, por ese desarrollo previo que tuvo en las películas de los años 90,. Y por mucho que haya sido extenso, nunca lo mostraron realizando transformaciones como la que veremos en esta reseña.
A Broly nunca lo vimos en Super Saiyajin 3. Siempre destilaba una impresionante cantidad de ki, que parecía que nunca se iba a agotar, pero no era un guerrero centrado o calmado que se enfocara en lograr una transformación.
Es por eso que destacamos este brutal Fan Art que vimos en una reseña de 3D Juegos. Broly en Super Saiyajin 3 luce impresionante en este diseño.
Es posible que en el futuro de Dragon Ball Super haya un Broly muy diferente. El guerrero está entrenando con Whis y Bills; trabaja en controlar esa ira que lo consume cada vez que inicia una batalla. Lo bueno es que ahora, sin dudas, es parte de los Guerreros Z, ya no es más un villano.