La levitación magnética aparece de nuevo en un sorprendente proyecto de transportes masivos, como tecnología silenciosa y amigable con el medioambiente. Un tren en China implementa este sistema de energía con imanes que hace que los vagones se trasladen suspendidos por al menos 10 metros con respecto al suelo.
Se llama Red Rail y afortunadamente no es un concepto. Ya está fabricado y tiene un par de años entre construcción y fase de pruebas. Hay varios ítems que los desarrolladores de este tren están observando para finalmente ponerlo en funcionamiento diario, aunque ya hayan realizado testeos con los usuarios de las ciudades en las que va a funcionar.
A diferencia de los otros trenes con levitación magnética que hemos reseñado, este construido en China tiene las vías arriba, en lugar de abajo. Los carriles y los imanes que generan la energía electromagnética sostienen los vagones por arriba, lo que hace que esté suspendido a una altura importante.
De acuerdo con una reseña de La Sexta, lo más beneficioso de este tren es el bajo ruido que genera, aportando un importante elemento para contrarrestar la contaminación sónica en China. Explican, además, que tienen un sistema de mantenimiento mucho menos exigente que los trenes comunes que funcionan con ruedas de metal por rieles.
Sin embargo, hay todavía dos problemas que solucionar: el maglev (acrónimo en inglés de levitación magnética) de China consume 15% más de energía que los trenes convencionales. Eso lo resolvieron con imanes permanentes en vez de electroimanes.
Pero estos electroimanes están fabricados de un material llamado neodimio, del que China tiene el 40% de las reservas mundiales, pero al mismo tiempo es raro de encontrar en el mundo.
Por ahora el tren hace pruebas en el condado de Xingguo, en la provincia de Jiangxi, al sur de China. Cada vagón tiene capacidad para 88 pasajeros, a quienes traslada a una velocidad de 80 kilómetros por hora. Trabajan en alcanzar los 120 km/h.