El ascenso de la Inteligencia Artificial tiene en la empresa OpenAI, de Sam Altman, a todo un titán. Sin embargo, hay un secreto muy oscuro detrás de la compañía de ChatGPT, e involucra a Harry Potter.
La indignación de J.K. Rowling está por las nubes.
De acuerdo con una investigación publicada este año por David Bamman, de la Universidad de California en Berkeley, ChatGPT y otros modelos de lenguaje de OpenAI han usado una enorme cantidad de texto de Internet para entrenar a su Inteligencia Artificial.
Hasta acá, todo normal. Pero lo malo es que también se incluyó libros protegidos con derecho de autor, entre ellos los de la saga de Harry Potter, escrita por J.K. Rowling.
Así se llegó a la conclusión
Bamman y sus compañeros revelaron este año que la Inteligencia Artificial era capaz de completar detalles de una selección de casi 600 libros de ficción.
El equipo seleccionó 100 pasajes de cada libro con un único personaje con nombre. Posteriormente, los investigadores borraron el nombre y pidieron a la IA que lo completara:
- Logró el 98% en pasajes de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.
- El 76% de Harry Potter y la piedra filosofal, de J.K. Rowling.
La gran diferencia entre ambas es que la historia escrita por Lewis Carroll no tiene derechos de autor, mientras que la de Rowling, sí.
Esto sugiere que la Inteligencia Artificial de OpenAI fue entrenada, en proporciones significativas, con material de ambos libros.
¿Vienen juicios por el uso de obras como Harry Potter para entrenar ChatGPT, de OpenAI?
Pero no solo está Harry Potter, sino otras obras protegidas por derechos de autor, como Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, y Game of Thrones, de George RR Martin.
Andrés Guadamuz, especialista en Inteligencia Artificial de la Universidad de Sussex, fue citado por New Scientist sobre el tema.
“Las cuestiones legales son un poco complicadas”, reconoció. “OpenAI está entrenando a GPT con trabajos en línea que pueden incluir una gran cantidad de citas legítimas de todo Internet, así como posibles copias pirateadas”.
Para Bamman, es cuestión de tiempo determinar cómo asiste el derecho a los autores frente a la Inteligencia Artificial de OpenAI. “Creo que es una cuestión abierta que muchos casos judiciales decidirán en los próximos meses”.