Por siglos, el ser humano ha buscado la fuente de la eterna juventud, literal o metafóricamente. Ahora, un grupo de científicos de Harvard y el MIT afirmó hallar cócteles químicos para revertir el envejecimiento.
La noticia fue publicada en la edición de este mes de la revista Aging.
Bajo el título Reprogramación inducida químicamente para revertir el envejecimiento celular, David Sinclair, Jae-Hyun Yang, Christopher Petty y compañeros muestran los resultados de su estudio.
A medida que envejecen, nuestras células pasan de tener un potencial ilimitado cuando somos embriones a diferenciarse en un solo tipo de célula específico. Finalmente, se vuelven senescentes, quedándose sin funcionalidad.
Esa es la vejez.
Pero de acuerdo con los científicos, encontraron seis tratamientos que pueden llevar a las células a un “estado más juvenil”, sin causar un crecimiento celular peligroso y no regulado.
Las maneras de revertir el envejecimiento, según investigadores de Harvard y MIT
“Identificamos seis cócteles químicos que, en menos de una semana y sin comprometer la identidad celular, restauran un perfil de transcripción de todo el genoma juvenil y una edad transcriptómica inversa”, señalan los investigadores en el artículo.
“Por lo tanto, el rejuvenecimiento por reversión de la edad se puede lograr, no solo por medios genéticos, sino también químicos”, añaden.
El equipo de Harvard y MIT analizó moléculas conocidas por “reprogramar” células animales y convertirlas en células madre pluripotentes. Estas pueden transformarse en cualquier tipo de célula dentro de un organismo.
Lo que leemos es clave para la medicina regenerativa.
Gran parte de la investigación se enfocó en tejidos en un laboratorio, con pruebas en ratones y monos arrojando “resultados alentadores”. No obstante, aún falta mucho para probar los cócteles químicos en seres humanos.
Sinclair, el líder del proyecto, indica que los preparativos para usar los cócteles en seres humanos están en curso. “Hasta hace poco, lo mejor que podíamos hacer era retrasar el envejecimiento. Nuevos descubrimientos sugieren que ahora podemos revertirlo”, señala.