El mundo del STEM (el inglés para Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) tiene puertas estrechas para las mujeres. Pero una empresa con sede en Berkeley, E-liza Dolls, quiere romper esta barrera, enseñando a las niñas programación con muñecas... aunque muchos se opongan a los juguetes de género.
Fundada en 2021 por la doctora Eliza Kosoy, estudiante de UC Berkeley, E-liza Dolls se centra en la intersección del desarrollo infantil y la Inteligencia Artificial.
Son muñecas de 45 centímetros que funcionan con una pieza de hardware incrustada. El dispositivo tiene una pantalla, y está habilitado para Bluetooth con el fin de recibir código a través de la aplicación complementaria.
Las niñas pueden conectar diferentes sensores o usar los sensores incorporados para codificar a la muñeca y esta haga diferentes cosas. Así, puede servir como una alarma de seguridad para la habitación o un detector de la verdad, usando un sensor de pulso de latidos del corazón.
E-liza Dolls ha recibido 100 mil dólares en fondos de AIX Ventures. Espera comenzar a venderse en 2023.
Así nació la idea de las muñecas para introducir a las niñas al mundo de la ciencia
Como explica TechChrunch, a Kosoy se le ocurrió la idea de las muñecas en 2017, mientras trabajaba en el MIT en un laboratorio de Inteligencia Artificial que estaba conformado principal mente por hombres.
“Si solo un determinado grupo de personas estaba diseñando el futuro de la Inteligencia Artificial y la Tecnología, solo beneficiaría a ese grupo”, fue la idea de Kosoy. Desde entonces, buscó una forma para que las niñas aprendan a programar.
Aunque muchos estén en contra de los juguetes de género, el propósito de las muñecas E-liza es ayudar a las niñas a sentirse seguras cuando se trata de explorar el mundo del STEM, brindándoles un producto diseñado para ellas.
“Queremos exponer a las niñas a los conceptos tecnológicos y fomentar el pensamiento creativo a través del hardware y el software, evitando que las niñas se vean influenciadas por los estereotipos generacionales”, afirmó la doctora Kosoy a TechCrunch.
“Los padres tienen muy pocas opciones: sienten que necesitan obligar a sus hijas a jugar con productos STEM diseñados para niños para que sus hijas sigan el camino de STEM. Creemos que las niñas pequeñas no tienen que sacrificar sus intereses para jugar con juguetes educativos STEM”, recalcó Kosoy.
