El maravilloso mundo del Internet está revolucionado por un nuevo estudio que revela información sobre un particular tipo de exoplanetas. Se trata de los mundos Hycean. Aunque la investigación parece muy esperanzadora, en la ciencia no hay que quedarse solo con los supuestos, sino que hay que adentrarse en los detalles. Por lo tanto, en este texto intentaremos aclarar las claves de lo que expone el estudio que lideró el Instituto de Astronomía de Cambridge.
Este organismo, certificado mundialmente para realizar este tipo de afirmaciones, realizó una investigación en la que detalló información sobre un planeta identificado como K2-18b. A este mundo, como a varios que recogen sus mismas características, lo llaman ‘mini-Neptuno’ o ‘súper-Tierra. Las razones de este apodo son debido que estos exoplanetas son más grandes que la Tierra. Sin embargo, no alcanzan la extensión y masa de Neptuno.
A K2-18b lo señalan como candidato a una nueva clase de exoplanetas Hycean, de los cuáles ahora dicen que, potencialmente, podrían albergar vida microbiana, como ocurre en zonas extremas del mundo que actualmente habitamos. Entonces ¿Qué hacemos? ¿Preparamos las maletas y tomamos nuevo rumbo?
No, ese no es el descubrimiento. El hallazgo de los astrónomos de Cambridge es que los exploradores del universo tendrán que considerar a esta clase de exoplanetas dentro de sus futuras exploraciones. Y hay muchas chances, como pocas veces las ha habido, de que se encuentre un planeta que reúnas las condiciones para que se desarrolle la vida tal y como la conocemos.
¿Los Hycean son mundos habitables?
Mirar exoplanetas en el firmamento con las múltiples herramientas que tiene la ciencia, ahora, no es cosa difícil. Lo complejo del asunto es hacia dónde mirar, debido a que hay demasiados. Entonces, los científicos separan algunas características para descartar sin siquiera mirar.
Entre algunas de esas consideraciones podemos nombrar el tipo de estrella que orbitan (Sol) y la distancia en la que hace su recorrido circular. Además, el tamaño, comparado con la masa y condiciones, también es un aspecto importante ya que esto podría decir si se trata de un mundo rocoso.
De esta manera, los mundos que ahora señalan como Hycean eran descartados. Investigaciones previas que cita el portal de la Universidad de Cambridge decían que «la presión y la temperatura debajo de sus atmósferas ricas en hidrógeno serían demasiado altas para sustentar la vida». No obstante, como en la ciencia casi todo es objetable, aparece la investigación sobre el K2-18b.
Características de estos exoplanetas
Tal y como lo detalla la investigación dirigida por el Dr. Nikku Madhusudhan, del Instituto de Astronomía de Cambridge, los Hycean, tienen océanos masivos en toda su extensión. Además, el ambiente debajo de sus atmósferas se caracteriza por ser rico en hidrógeno.
En casos similares al del planeta K2-18b, los planetas Hycean pueden ser hasta 2,6 veces más grandes que la Tierra. Mientras que, en referencias a sus temperaturas atmosféricas las cifras se acercan a los 200 grados Celsius. Esto último depende mucho de sus estrellas anfitrionas.
Pero volviendo a las condiciones oceánicas podrían ser similares a las de la vida microbiana en los mares de la Tierra. En algunos casos, los científicos consideran que también se podrían encontrar con Hycean «oscuros» bloqueados por mareas que pueden tener condiciones habitables solo en sus lados nocturnos permanentes, y mundos Hycean «fríos» que reciben poca radiación de sus estrellas.
«Los planetas Hycean abren una vía completamente nueva en nuestra búsqueda de vida en otros lugares. Esencialmente, cuando hemos estado buscando estas diversas firmas moleculares, nos hemos centrado en planetas similares a la Tierra, que es un lugar razonable para comenzar. Pero creemos que los planetas Hycean ofrecen una mejor oportunidad de encontrar varios rastros de biofirmas», dijo el Dr. Madhusudhan.
En conclusión, aunque no se ha encontrado este nuevo mundo habitable, las posibilidades se acaban de multiplicar. Hay una nueva región hacia donde mirar y explorar. De hecho, los autores de este estudio ya entregaron algunos datos a la NASA para que el futuro telescopio espacial James Webb, que será lanzado en el último trimestre del 2021, mira y registre datos de algunos candidatos.