El proceso de rotación que realizan los planetas alrededor de nuestra estrella masiva es conocido por todos. Dicho fenómeno lo explican en las primeras clases de ciencia en la escuela. Sin embargo, a medida que se va ensanchando el conocimiento de otros sistemas, se van detectando procesos similares que ocurren a gran escala, en otras regiones del universo como en las galaxias.
Por ejemplo, el Sol gira sobre su propio eje, pero también ejerce un proceso de rotación sobre el centro de la Vía Láctea. Asimismo, la galaxia a la que pertenecemos también da vueltas sobre sí misma y a su vez se mueve por el universo. Y en concreto, todos somos naves espaciales que nos movemos sobre una región específica.
De esta manera, astrónomos del Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam (AIP), en Alemania, en colaboración con científicos de China y Estonia, descubrieron el eje de rotación de los largos zarcillos de una galaxia. Detallan que giran a una escala nunca antes vista que abarca cientos de millones de años luz, según el portal el mismo instituto mencionado. «Nunca antes se había visto una rotación a escalas tan enormes», publicaron. Además resaltan que los resultados de su estudio en la prestigiosa revista científica Nature Astronomy.
El momento angular que puede ocupar una enorme galaxia, en uno de sus procesos de rotación es capaz de alcanzar escalas sin precedentes. Explican los científicos en su artículo que se le conoce como filamentos cósmicos a una especie de puentes enormes que están compuestos de galaxias y materia oscura. Las mismas pueden conectar cúmulos de galaxias entre sí.
El eje de rotación de las galaxias
Dicen los astrónomos que esos filamentos cósmicos canalizan una galaxia en una inmensa agrupación de materia, hacia grandes cúmulos. Estos se encuentran ubicados en los extremos de los mismos filamentos.
«Al mapear el movimiento de las galaxias en estas enormes super autopistas cósmicas utilizando el estudio Sloan Digital Sky, un estudio de cientos de miles de galaxias, encontramos una propiedad notable de estos filamentos: giran«, dijo Peng Wang, principal autor del estudio y astrónomo de la AIP.
Peng Wang detalla que son una especie de cilindros delgados a los que compara (salvando las escalas) con una dimensión similar a los lápices. Es decir que cuentan con cientos de millones de años luz de largo, pero de unos pocos millones de años luz de ancho. Entonces, estos anillos a los que califica de fantásticos, logran hacer un proceso de rotación.
«En estas escalas, las galaxias dentro de ellas son en sí mismas solo muestras de polvo. Se mueven en hélices o en órbitas en forma de sacacorchos, dando vueltas alrededor del centro del filamento mientras viajan a lo largo de él. Nunca antes se había visto un giro de este tipo a escalas tan enormes. Y la implicación es que debe haber un mecanismo físico aún desconocido responsable de apretar estos objetos», dijo Noam Libeskind, iniciador del proyecto en el AIP.