Llevamos más de una año fuera de nuestras rutinas normales: trabajando o estudiando desde casa, o si ya hemos regresado a ciertas actividades, tenemos que admitir que nada es igual a como era antes de la pandemia.
Por eso es común que nos sintamos más cansados o sin suficiente energía: por supuesto que es muy importante que tengamos las horas de sueño necesarias cada día, pero lo que comemos también puede ayudarnos.
Sabemos que algunas cosas que consumimos, como el café o el té, tienen un efecto estimulante en nuestro sistema nervioso y nos hacen sentir más alertas, pero la cafeína no es la única solución a nuestros problemas de falta de energía.
Avena
La forma más directa en la obtenemos energía, es a partir de los carbohidratos que consumimos, especialmente los azúcares contenidos en muchos alimentos.
Nuestro cuerpo también tiene la capacidad de transformar en energía los depósitos de lípidos en nuestro cuerpo: en eso se basan algunos regímenes alimenticios como la dieta keto.
Pero los azúcares siguen siendo la fuente primordial de glucosa, que hace que nuestras células puedan funcionar.
La avena contiene beta-glucano un tipo de fibra hidrosoluble que ayuda a que la glucosa en nuestra sangre, se absorba de manera más lenta, lo que asegura que la energía de los carbohidratos que consumimos se absorba poco a poco.
Chocolate oscuro
El chocolate es uno de esos alimentos que nos encantaría que nos dijeran que es bueno para la salud: y sí puede serlo en algunas circunstancias, si lo consumimos de forma moderada.
Por supuesto su contenido de azúcares lo hace una fuente de energía, pero además el contenido de cafeína y teobromina, dos estimulantes del sistema nervioso, contribuyen a que comer chocolate nos haga sentir más alertas.
Aunque eso no es lo único, también contiene flavonoles: sustancias antioxidantes que se ha estudiado que contribuyen a mantener la concentración, además de que mejoran el ánimo.
Nueces
Las nueces son otro alimento que contiene carbohidratos y fibra que contribuyen a que los niveles de glucosa en la sangre no aumenten de forma abrupta, sino que sostengan en el tiempo, lo que permite que nos sintamos con más energía, durante más tiempo.
Además nueces de todos tipos -macadamias, almendras, pistachos, avellanas-, contienen ácidos grasos omega-3, que han mostrado reducir ciertos tipos de inflamación asociados con la fatiga.
Manzanas
Son las frutas más populares y tienen la fama de que: “una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía”, y también puede ser que ayuden a mantener el cansancio a raya.
Las manzanas contienen una buena combinación de azúcares y fibra, que hacen que la glucosa se absorba lentamente por el cuerpo.
A ese efecto contribuyen también los antioxidantes que contienen: se sabe hacen más lenta la digestión de los carbohidratos.
Así que las manzanas son una buena opción, como algo que podemos comer, entre comidas, cuando nos sentimos un poco cansados.
Leguminosas
Las leguminosas, como las lentejas y los frijoles, no solo son una fuente adecuada de proteína vegetal, sino que contribuyen a que nos sintamos con más energía.
Eso por la combinación adecuada de carbohidratos y fibra que contienen, que como ya vimos hace que la glucosa se absorba de mejor manera en el cuerpo.
Pero además contienen otros micronutrientes como el folato, manganeso, hierro y zinc, que contribuyen a las funciones celulares en las que se produce energía y se aprovechan los nutrientes que consumimos.
Estos son solo algunos ejemplos de alimentos que pueden contribuir a que nos sintamos con más energía.
En realidad cualquier combinación de nutrientes que provenga de una alimentación balanceada puede contribuir a que no nos sintamos fatigados, y por supuesto no debemos olvidar descansar: las lentejas o las manzanas nunca sustituirán a una buena siesta.