Si ponemos atención a las cosas que pasan en nuestro entorno y observamos las cosas que hemos hecho los seres humanos, podríamos decir sin duda que vivimos en el futuro.
A ratos parece un futuro brillante: en el que hemos poblado un planeta vecino con robots exclusivamente y diseñamos un sistema en el que una persona que no puede moverse, puede escribir solo con su mente.
Otras veces, sin duda nos sentimos un futuro distópico: aunque me parece que eso es normal, si llevas más de un año viviendo una pandemia.
Pero incluso los avances que tenemos respecto al control de la pandemia actualmente, vienen de avances científicos y tecnológicos como las vacunas.
Pensando todo esto, tal vez no les costaría tanto creer si les dijera que la ciencia está cerca de encontrar una forma de devolver la vista a las personas ciegas.
Ceguera nocturna
La retinosis pigmentaria es una condición genética crónica que causa degeneración en las células de los ojos que son sensibles a la luz: conos y bastones.
Al principio de su evolución se manifiesta como una ceguera noctura: quienes la padecen no pueden ver bien en la oscuridad.
Luego al ir avanzando se va perdiendo visión periférica, hasta que queda un campo visual muy pequeño, lo que se conoce como visión en túnel.
Quienes padecen este tipo de ceguera, cada vez tienen menor agudeza visual, pierden la percepción de los colores, y finalmente solo pueden percibir la presencia o ausencia de luz.
La retinosis pigmentaria es más común en adultos, aunque se comienza a manifestar desde la adolescencia.
Por ahora esta condición crónica solo se puede diagnosticar e identificar a partir de un análisis genético, pero no tiene tratamiento que detenga su avance
Pero tal vez eso cambie pronto.
Optogenética
Nuestro sistema nervioso central y nuestras neuronas responden a los estímulos externos: calor, frío, sonidos, luz.
En las neurociencias se ha estudiado si hay alguna forma de modular la recepción de esos estímulos, usando modificaciones genéticas.
La optogenética es una técnica biológica que busca controlar la activación de neuronas a través de estímulos luminosos.
Para poder tener un control sobre las neuronas a partir de la luz, se necesita introducir a esas células, moléculas que funcionen como fotorreceptores.
Los fotorreceptores que se utilizan principalmente en la optogenética son un tipo de proteínas llamadas rodopsinas.
Aprendiendo a ver
Hasta ahora, las técnicas de la optogenética se habían probado en modelos animales, como roedores y primates no humanos.
Pero, en un estudio reciente publicado en Nature Medicine se muestran los primeros resultados, de cómo podría usarse para tratar la ceguera en humanos.
En este estudio participó un paciente que padece retinosis pigmentaria: un hombre francés de 58 años, en etapas avanzadas de la condición, es decir que ya no tenía células fotorreceptoras en sus ojos.
El tratamiento consistió en una serie de inyecciones en sus ojos, de algo muy similar a ciertas vacunas actuales: un virus inactivado que contiene información genética de otra entidad biológica, como en las vacunas de vector viral, como SputniK V y AstraZeneca.
En este caso la información genética que va dentro de los vectores virales, tiene instrucciones para producir rodopsinas.
Con esto se logró que el paciente tuviera fotorreceptores otra vez en sus ojos.
Después de unos meses, el hombre tuvo que recibir un entrenamiento para aprender a identificar los estímulos visuales que puede recibir: lo hicieron mostrándole objetos oscuros de diferente tamaño, sobre una superficie blanca.
Para poder “ver” adecuadamente los objetos, el paciente necesitó también unos anteojos especiales que le ayudaron a enfocar la luz.
Aunque es necesario hacer estudios en otros pacientes, sin duda es posible que estemos ante otro emocionante descubrimiento de este futuro en el que vivimos: un tratamiento para la ceguera.