La carrera de las vacunas comenzó en enero apenas unos días después de que el mundo entero conoció la existencia del nuevo coronavirus.
Después de todos estos meses de tener al SARS-CoV-2 con nosotros, tenemos también más de 60 vacunas en diferentes etapas de investigación, desarrollo y pruebas clínicas. Además de algunas cuantas con aprobación de uso para inmunizar a la población.
Ensayo y error
Este fin de semana Pascal Soriot, director ejecutivo de la compañía farmacéutica AstraZeneca anunció que su vacuna ya ha mostrado más de 90% de efectividad.
La vacuna, que se desarrolló en conjunto con la Universidad de Oxford, hasta ahora había tenido buenos resultados, pero con porcentajes menores de efectividad: alrededor del 70%.
Que una vacuna proteja en más del 50% contra infecciones, ya es muy bueno, considerando que sin vacuna tenemos un 0% de efectividad.
Sin embargo los resultados que hasta ahora había publicado el grupo de investigación de Oxford-AstraZeneca, habían dejado algunas dudas sobre el protocolo de las pruebas clínicas: aunque no había sido intencional, se obtuvo mayor efectividad cuando se aplicó inicialmente media dosis a los voluntarios y luego una dosis completa, después de unas semanas.
Virus que ayudan a no enfermar
La vacuna de Oxford-AstraZeneca no se basa en una tecnología novedosa como la del ARN mensajero, que usan la de Pfizer-BioNTech y Moderna, sino en una que es un poco más conocida: los vectores virales.
Esto quiere decir que usamos un virus auxiliar, uno que sabemos que puede entrar muy bien a nuestras células, en este caso un adenovirus.
Este adenovirus lleva en su interior un fragmento del coronavirus, en este caso las instrucciones genéticas para fabricar sus proteínas espiga (spike proteins); cuando nuestras células se ponen a fabricar eso, el sistema inmune las reconoce como intrusas y produce anticuerpos para atacarlas.
La siguiente vez, si aparecen coronavirus completos, el sistema inmune sabe bien qué hacer y evita la infección.
Cuantas más, mejor
Hasta ahora solo tenemos las declaraciones de Pascal Soriot sobre la eficacia cercana al 100% de la vacuna de Oxford-AstraZeneca, pero él mismo dijo que en los próximos días se publicarán.
Una vez que esto suceda es muy probable que esta vacuna entre en proceso de aprobación de emergencia en varios países, tal como sucedió con las de ARN, de Pfizer-BioNTech y Moderna.
No sólo es bueno contar con más vacunas efectivas sino que esta es una vacuna muy prometedora porque, debido a sus características, resulta más barata de fabricar y no necesita almacenarse ni transportarse a temperaturas de ultracongelación, tal como pasa con las vacunas de ARN.
Esto ayudará a que más personas puedan vacunarse pronto, algo que no pasará en los últimos días de 2020, pero que puede darnos motivos para iniciar el 2021 con algo de esperanza sobre el fin de la pandemia.