El ser humano actúa en tres dimensiones: arriba-abajo, derecha-izquierda y hacia adelante-hacia atrás. Sin embargo, los científicos plantean una cuarta dimensión en un Universo diferente.
En 2018, investigadores de la Universidad de Birmingham analizaron cómo sería vivir en una cuarta dimensión. Basados en el efecto Quantum Hall, que creó Klaus von Klitzing, realizaron nuevos planteamientos sobre el tema.
El Quantum Hall explica que, a temperaturas muy bajas y bajo un enorme campo magnético la resistencia eléctrica puede ser cuantificable. Los electrones pueden moverse libremente en las tres dimensiones espaciales antes referidas.
Para los científicos de Birmingham, encabezados por Hannah Price, puede existir una cuarta dimensión de tipo sintético. Este sería correspondiente a un átomo que se encuentra en distintos estados internos.
La cuarta dimensión según Sagan y De Grasse Tyson
El legendario Carl Sagan consideraba que un ser bidimensional, si bien “no puede imaginar una tercera dimensión, con certeza puede deducirla”. “Ahora, aumenta todas las dimensiones por uno y tienes algo parecido a la situación que muchos cosmólogos creen que puede aplicarse a nosotros”.
No lo entenderíamos porque somos, en palabras de Sagan, “seres tridimensionales atrapados en tres dimensiones, que imaginamos al mundo ‘plano’ en tres dimensiones”.
Neil de Grasse Tyson lo reduce a un portal que va hacia una nueva dimensión, “una puerta tetradimensional”.
El autor Anil Ananthaswamy planteó, para New Scientist, cinco teorías sobre la cuarta dimensión.
- El tiempo necesita tener un reloj cuántico haciendo un “tictac”: allí está la cuarta dimensión.
- Una ilusión, eso es el tiempo: no es real, solo una percepción que se siente mientras el Universo está cambiando de una imagen a otra.
- El tiempo es una flecha entrópica, es decir, colecciones aisladas de partícula y energía. La llamada cantidad de desorden.
- Conformado por leyes fundamentales físicas, con el tiempo esas leyes podrían cambiar. Aquí partiría la cuarta dimensión.
- El tiempo y el espacio, en pie de igualdad, se basarían en las leyes de la mecánica cuántica para que na partícula exista en un lugar y no en otro.
Por ahora, vivamos nuestras tres dimensiones a plenitud.