El 24 de agosto de 1995 Microsoft lanza al mercado el Windows 95, un sistema operativo que cambió la historia. Se convirtió en el primero de la serie 9x de sistemas operativos de Windows.
Contó, en ese momento, con versiones de 32 y 16 bits, basándose en el sistema operativo de disco (DOS), desarrollado previamente por Microsoft.
Se vendió en dos versiones: diskettes y CD-ROM. Eran 13 diskettes, con una capacidad de 1.440 KB. La versión en CD tenía más accesorios y complementos multimedia, además de algunos juegos.
Los dos elementos clave del Windows 95 que permanecen hasta nuestros días
Con el paso del tiempo, ha mantenido varias características que se hicieron comunes, como el botón Inicio y la Barra de Tareas en la parte inferior de la pantalla.
Además, trajo nuevas formas de navegar, mejorando la interfaz gráfica de usuario. También la capacidad de conectar y reproducir dispositivos sin necesidad de instalar controladores.
La introducción de la Barra de Tareas constituyó un gran avance en su momento, pues facilitó la navegación de aplicación a aplicación.
En el Windows 3.1, antecesor del 95, los iconos se mostraban solo en el escritorio. Así que debías salir si querías pasar a otra aplicación. Con la Barra de Tareas ya no era necesario.
Además, esta Barra de Tareas se convirtió en un panel de notificaciones, mostrándolas en la parte inferior derecha de la pantalla.
Hablamos también sobre el botón de inicio y su menú, algo que permanece en la actualidad, como una forma de jerarquizar las aplicaciones.
¿Qué necesitabas para instalarlo?
¿Qué requisitos se necesitaban para el Windows 95? Un procesador 386 o 486, y de 4 a 8 MB de memoria RAM. El espacio necesario en el disco duro era de 35 a 40 MB.
Mientras, el video recomendado era VGA o mayor resolución, específicamente SVGA de 256 colores.
El soporte del Windows 95 expiró el 31 de diciembre de 2001, pero sus sucesores solo siguieron el camino que él había desarrollado. Ya en ese momento habían surgido Windows 98, Windows ME y el Windows XP.