En su momento, cuando probé los FreeBuds 3, me encantaron. Y es que sucede que la cancelación de ruido activa, sumado a un diseño abierto, aunque contradictorio, era una mezcla exquisita para mis necesidades. Cómodos y funcionales. Los FreeBuds 3i son más tradicionales y me siento algo conflictuado, ya les explicaré por qué.
Tienen cancelación de ruido activa, la que funciona muy bien porque el diseño de las puntas es cerrado, o sea, son gomas (bastante cómodas, por cierto) que se adaptan a la forma de tu oído, creando un sello pasivo, que sumando lo anterior da un bloqueo casi total.
Eso es lo que busca la mayoría de las personas, y tiene sus ventajas, obviamente. Los FreeBuds 3i, a pesar de tener un driver de 10mm y no ser tan grande como el de 14mm de los “originales”, se las arreglan para sonar objetivamente mejor, gracias a que interfiere menos el ruido exterior. Ahora, como era de esperarse, es bastante “encapsulado” el sonido, se siente un poco más pequeño y con menos presencia, pero con suficiente claridad en los altos y bajos para tener una experiencia por arriba de la norma.
Esto del diseño es algo complejo, porque a pesar de ser más funcional, a mí se me hacen algo más incómodos, pero sí es más difícil que se te caiga uno y sin duda este tipo de punta plástica es mejor para la práctica de deportes. Extraño de sobremanera la carga inalámbrica, algo que está en el modelo “estándar”. Al menos la carga (por USB-C) es bastante rápida.
Su autonomía es de un poco más de 3 horas por carga, bajo mi uso siempre con cancelación de ruido encendida y a buen volumen. Siento que es algo baja la duración, pero se hace suficiente de todas formas.
La calidad de construcción es súper plástica, esto tiene como ventaja que son bien ligeros, al igual que su case de carga. Por otro lado, no se sienten tan sólidos y “premium”. Ahora, estos tienen mejor precio y probablemente sean una de las mejores alternativas en relación precio/calidad para tener audífonos inalámbricos con cancelación de ruido activa.
Sus controles son súper intuitivos y lógicos, además, a través de la app oficial se pueden reasignar algunas funciones. Siento que se quedan un poco cortos en control de ecualización, pero gozan de suficiente calidad para ser de gusto masivo.
No cuentan con el chip dedicado de Huawei, el Kirin A1, pero su conectividad es decente. No sufrí de lag viendo videos en YouTube, por ejemplo, pero sí un poco al jugar. Esto no pasaba con el modelo más caro.
Por último, en los tiempos que corren es importante que se escuchen bien al tener una llamada o videoconferencia. Desde el otro lado me han dicho que no tienen problemas con su calidad de audio y es más, algunos han pensado que estoy usando el teléfono de manera regular. De todas maneras este apartado debe ser probado bajo escenarios más estresantes para sus micrófonos externos, como el transporte público y una calle bien transitada, pero no es posible eso ahora. Al menos en otros análisis internacionales dicen que cumplen, no me queda otra que creer, por ahora.
Creo que termino por preferir los FreeBuds 3 por encima de estos, a pesar de que, siendo lógico, estos son una mejor opción para la mayoría de las personas.
El precio de los Huawei FreeBuds 3i en Chile es de CLP $99,990. En México, MXN $2,699.