«Pirralha», esa fue la palabra elegida por el Presidente de Brasil para referirse a Greta Thunberg, la joven activista medioambiental.
Todo sucedió después de que Greta compartiera la historia de dos indígenas asesinados en el estado de Maranhao, en el Amazonas brasileño.
Posteriormente, Bolsonaro criticó a la prensa por darle cobertura a la «pirralha» de Greta Thunberg.
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¿Y qué significa? pues «niña malcriada», o «mocosa», si prefieren. Sin duda otra mancha al historial de torpes comunicaciones del mandamás de Brasil.
Actualmente Greta se encuentra en la COP25 con las mentes más y personeros más relevantes en materia de medio ambiente.
Inteligente en comunicaciones, como es Greta y su equipo, su bio de Twitter se ve así: