Existe un gran misterio y fascinación en torno a los mayas. Su cultura y civilización dejaron claros vestigios de su grandes, aunque su destino final se mantenga incierto.
Durante los últimos años, con el avance de la tecnología se han logrado importantes hallazgos. Pero lo curioso es que ahora las herramientas son tan avanzadas que algunos de estos logros acontecen casi por casualidad.
Ese es justo el caso de Takeshi Inomata. Un arqueólogo de la Universidad de Arizona, que se unió a la moda de utilizar los mapas de relieve de LIDAR .
En donde, aprovechando la tecnología láser de este sistema remoto pudo peinar una superficie de 11.400 kilómetros cuadrados. Todo para dar con un total de 27 locaciones mayas que tendrían más de 3 mil años de antigüedad.
Si caminas sobre él sitio, no te percatas. Es tan grande que parece una parte del paisaje natural. la masa de tierra movida es increíble.
Son parte de las palabras de Inomata para el New York Times. Al referirse que por la superficie en realidad hay mínimas señales de que se tratase de un vestigio importante para el legado de los mayas.
Pero estos terrenos, ubicados en los Estados de Tabasco y Chiapas habrían formado parte importante con estos sitios ceremoniales dispersos en la zona.
