El año pasado la llegada de la sonda espacial Hayabusa2 al asteroide Ryugu se convirtió en toda una noticia a nivel mundial. La razón es que se esperaba que el dispositivo recolectara muestras de la roca allí presente y las trajera de vuelta a la Tierra. Después de todo, los metales (e inclusive el agua) que allí se podría encontrar revelaría muchos datos a la comunidad científica.
Anteriormente la sonda había enviado fotos y hasta un video sobre su descenso al asteroide de 900 metros de diámetro. Sin embargo, poco podía notarse de la composición de la roca. Afortunadamente otras imágenes un poco más claras fueron tomadas en ese entonces, las cuales fueron reveladas al público hasta ahora.
Junto a la sonda Hayabusa2, se encontraba un pequeño robot franco-germano llamado MASCOT (Mobile Asteroid Surface Scout). Este pequeño aparato de 10 kg y forma de caja, tenía planeado llegar por sí mismo a Ryugu. Habiendo una gravedad 66.500 veces más débil que la Tierra, MASCOT solo tuvo que darse un ligero impulso con un brazo de metal. Así, logró llegar al asteroide.
Estas fueron algunas de las tomas que hizo de Ryugu:
Un material muy familiar
Puede que a simple vista para nosotros no se vea mucho, pero los científicos sí lograron sacar algunas conclusiones de las imágenes. Por ejemplo, notaron que había dos tipos de rocas oscuras y rugosas. Esto fue lo que dijo el investigador alemán Ralf Jaumann:
Puede haber sido la colisión de dos cuerpos de diferentes materiales que se han roto y los fragmentos se unieron gravitacionalmente para formar un nuevo cuerpo con los dos tipos diferentes de rocas. Si no es así, Ryugu es el remanente de un solo cuerpo en el que había diferentes temperaturas y condiciones de presión dentro de las zonas. Por eso había dos tipos de rocas».
Además, notaron algunas incrustaciones brillantes en las rocas. Esto hace a Ryugu muy parecido a la condrita carbonácea, un tipo de meteorito encontrado en la Tierra.
De ser así, las muestras traídas de Ryugu podrían ayudar a entender más la historia del sistema solar. Por ejemplo, cómo era geológicamente en los primeros 10-100 millones de años. Habrá que esperar hasta el 2020 para que Hayabusa2 las traiga.