Desde que fue lanzada en marzo de 2017, 13 Reasons Why de Netflix ha sido una serie polémica. Tan solo su tema central, las razones detrás del suicidio de una adolescente 16 años, fue impactante para la gente que escuchó por primera vez de su existencia. Esto fue solo el comienzo, pues en sus capítulos podemos ver todo lo que tuvo que pasar la joven para acabar con su propia vida. Y fue precisamente la escena de su suicidio lo que ha levantado fuerte discusiones en estos años.
Una escena tan gráfica como esta fue criticada por numerosas personas preocupadas. Por ejemplo, los padres de adolescentes opinaban que esto podía motivarlos a hacerse daño en vez de evitarlo. Pronto el mundo académico empezó a tratar el tema de lleno. Fue así como un estudio señaló que el número de suicidios en adolescentes había aumentado significativamente el mes del lanzamiento de la serie.
Desde entonces Netflix empezó a recibir presiones por replantear 13 Reasons Why. Aunque que la compañía reiterara que la producción se ha hecho con acompañamiento de expertos, las críticas continuaron.
Con la cercanía de la tercera temporada de la serie, Netflix debía tomar una decisión. Así, finalmente optó por editar (casi que remover por completo) la escena del suicidio de Hannah Baker.
Tomando cartas en el asunto
Esta semana Netflix expuso sus razones para reeditar la polémica escena:
Mientras nos preparamos para el lanzamiento de la tercera temporada a finales de este verano, hemos sido conscientes del debate en curso en torno a la serie. Así que con el asesoramiento de expertos médicos, incluida la Dra. Christine Moutier, Directora Médica de la Fundación Americana para la Prevención del Suicidio, hemos decidido con el creador Brian Yorkey y los productores editar la escena en la que Hannah se quita la vida desde la primera temporada«.
Con la reedición, solo se mostraría a la actriz Katherine Langford mirándose en el baño del espejo. Después, se mostraría a sus padres recogiéndola del suelo. Todo el proceso de su autoflagelación sería eliminado.
El creador de la serie, Brian Yorkey, recordó que la intención de la serie era que los adolescentes se sintieran escuchados y despertar la empatía en otros. Mostrando el horror del tema, pretendía que nadie quisiera replicarlo. Sin embargo, admitió que las preocupaciones que les han llegado son totalmente válidas:
Ninguna escena es más importante que la vida de la serie, y su mensaje es que debemos cuidarnos mejor».