Cuando Apple introdujo silenciosamente los AirPods 2019 en su catálogo la emoción de algunos por ver un radical nuevo diseño se fue al piso, y es que esta segunda generación sigue al pie de la letra el dicho: «Si no está roto, no lo arregles».
Hace casi tres años revisamos estos dispositivos y no sin una capa grande de escepticismo, ya sea por miedo a perderlos, calidad de audio, el look y sobre todo el precio, que en ese entonces era pocas veces visto.
En ese entonces dijimos lo siguiente y lo mantenemos:
Sé que no te convenceré de dejar tus Sennheiser o AudioTechnica, porque no son lo mismo, este es otro concepto que no entra en la misma categoría de uso. Son audífonos casuales, extremadamente cómodos y transportables donde sacrificas calidad de sonido (aunque ni tanto) por el regocijo de no andar cargando con cables. Todo esto con un tipo de conexión tan simple y libre de problemas (en iPhone. En otros dispositivos es igual que cualquier audífono Bluetooth) que da gusto usarlos.
Ahora esta nueva versión apuesta por reforzar lo positivo y lo otro, dejarlo como está. Esto acarrea inmediatamente el problema de que si los anteriores no te eran cómodos, estos tampoco lo serán. Son exactamente iguales físicamente, todo lo diferente va por dentro.
Partiendo porque ahora tienen carga inalámbrica, algo que vimos en las Galaxy Buds y amamos con locura. En su momento Apple dijo que el futuro era inalámbrico y ahora hace todo el sentido esta jugada. Es algo lenta, sí, pero la batería es tan pequeña que con unos 15 minutos en el pad ya tienes para tres horas de música.
Lo otro es que su chip W1 fue reemplazado por el H1, que hace que la conexión entre los audífonos y tu aparato sea el doble de rápida, al igual que el cambio entre dispositivos. La verdad es que ya encontrábamos rápidos los otros, así que tampoco hay mucho cambio ahí. Lo que sí, la conexión es a prueba de todo, extremadamente estable y de amplio rango.
La calidad de sonido, en lo que respecta a escuchar música es exactamente igual. O sea, no es la mejor pero se puede hacer el sacrificio dado su factor de forma tan pequeño y ojo, siendo los únicos conocidos de este tipo sin «tapón» en la oreja.
Donde si mejora la calidad es en las llamadas, y es que los AirPods 2019 son probablemente los únicos audífonos realmente inalámbricos donde sí se puede hablar en un espacio público con ruido y sí te van a entender. Sobre este mismo tópico, la duración de la batería es el doble en esta actividad, teniendo un poco más de tres horas, para esas conferencias infinitas.
Si aún tienes tus antiguos AirPods y no te están dando problemas, no tiene mucho sentido que adquieras estos. Otro caso es el que quieras carga inalámbrica, donde el case se vende solo por casi 80 dólares. Además, esta nueva versión cuesta cerca de 200 dólares, pero si los quieres sin carga inalámbrica son 160 dólares.
Al final del día los recomendamos para todos los que estén en el ecosistema Apple y quieran ir por unos AirPods, si ya tienes los antiguos, probablemente no haya necesidad. Ahora, si no tienes «todo Apple», igual sirven como excelentes audífonos realmente inalámbricos, aunque a estas alturas es siempre recomendable que los puedas probar antes con algún conocido, por un tema de calce. No son cómodos para todo el mundo.
Esta apuesta de Apple en 2016 terminó con marcar un antes y un después, con prácticamente todas las marcas yendo por el mismo camino en lo que respecta a audio, para mejor o para peor. Quizás deba pasar un tiempo más para que los veamos en otro diseño o en otros colores, por ahora estos pequeños cambios aumentan un poco una experiencia que ya era bastante buena.