Hace un año y totalmente en vivo, presenciamos el increíble lanzamiento -y aterrizaje- de prueba del Falcon Heavy, el cohete espacial más poderoso del mundo. Ustedes también lo deben recordar: fue la misión donde Elon Musk puso un Tesla Roadster en el espacio.
Ahora la compañía aeroespacial lo usó para su primera misión comercial: llevar un satélite de comunicaciones de Arabia Saudita a la órbita de nuestro planeta, y lo más importante: aterrizó con sus tres cohetes en tres plataformas diferentes.
El despegue fue desde la plataforma del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral. La primera ventana de lanzamiento para la misión fue aplazada desde el 10 a hoy, debido a fuertes vientos en la plataforma de Cabo Cañaveral, y se abría nuevamente este sábado, en caso de ser necesario.
Cabe recordar que en el lanzamiento del año pasado, sólo dos de los tres cohetes pudieron aterrizar, mientras que el tercero falló su entrada a la Tierra. En esta ocasión, y en lo que marca un hito en la historia de la compañía de Elon Musk, los tres cohetes aterrizaron sin complicaciones: los dos laterales en el Centro Espacial Kennedy y el central en el droneship de SpaceX «Of Course I Still Love You», estacionado en el Océano Atlántico.
Luego de aproximadamente 30 minutos, el satélite se separó definitivamente del motor Merlin que la condujo hasta baja órbita terrestre, completando la misión.
La misión supone el comienzo de la historia comercial del Falcon Heavy, el que está compuesto por tres Falcon 9 en una configuración lineal, que producen dos millones de toneladas y media de empuje en el despegue. La primera ventana de lanzamiento para la misión fue aplazada desde el 10 a hoy, debido a fuertes vientos en la plataforma de Cabo Cañaveral.
El satélite, llamado ARABSAT-6A, es un esfuerzo de Arabsat -una empresa de Lockheed Martin- para llevar internet y comunicaciones al Medio Oriente y África.