En la región de Smoky Hill Chalk (Kansas), particularmente en la década de 1960, se encontró un misterioso fósil. Ahora, un grupo de científicos lo estudió y demostró que se trata del diente de un tiburón.
¿Por qué es importante?, porque se encontró en el cuello de un pterosaurios, un tipo de dinosaurio.
Los científicos de la Universidad del Sur de California (EE.UU.) publicaron el estudio en la revista PeerJ, y evidencian que los tiburones del cretácico podían cazar a grandes reptiles voladores, como los pterosaurios, los cuales conquistaron los aires por años.
El fósil del pteranodon tenía clavado entre las vértebras del cuello el diente de un gran tiburón cretoxyrhina mantelli, y aunque «no es posible inferir si la mordedura refleja un comportamiento depredador” de forma transversal en las especies, pruebas las capacidades de este animal para cazar.
Así lo explicó Michael Habib en declaraciones recogidas por RT:
Las hipótesis que se manejan es que el dinosaurio pudo haber estado en alguna situación vulnerable, momento en el cual el tiburón saltó desde el mar para literalmente hincarle el diente.