El sueño de llegar a Marte es algo que se ha planteado el ser humano durante los últimos años. Lo hemos visto en ficción, en estudios y en acercamientos al planeta rojo, todo con el objetivo de que alguien de nuestra especie pueda pisar el planeta en los próximos años.
Sin embargo, puede que dentro de relativamente poco pasemos de los planes a la acción. En una conferencia hecha el pasado martes, expertos y oficiales de la NASA aseguraron que planean llevar gente a Marte en menos de 25 años. El ex astronauta Tom Jones aseguró que esto sería posible de mantenerse los mismos presupuestos.
No obstante, claramente la tarea no será tan fácil. Este plazo se puso debido a que todavía hay mucho que lograr para asegurar el éxito de la misión. Esto, sobre todo en términos tecnológicos y con respecto a la salud de los astronautas que tendrán que vivir el duro viaje.
Los riesgos en la salud
La principal preocupación serían las consecuencias que sufrirían los astronautas en sus cuerpos por una misión tan larga. Con la tecnología actual, de la Tierra a Marte un viaje tardaría mínimo nueve meses (cruzando 225 millones de kilómetros), suficiente para tener efectos en el organismo humano.
Los efectos tienen que ver con pasar tanto tiempo en gravedad cero. El primero y más notorio sería la degradación de los vasos sanguíneos de la retina, que generaría una degradación de la vista. Además, el esqueleto empezaría a perder calcio y tejido óseo.
Esto por no mencionar los altísimos niveles de radiación que se sufrirían en todo el viaje. La cantidad es tal, que en este viaje un astronauta recibiría la misma cantidad de radiación que se consideraría segura en toda su carrera. Esto debido a la carencia de los campos magnéticos de la Tierra que nos suelen proteger de sus daños.
Estos son tan solo algunas de las consecuencias de un viaje de esta magnitud. Por eso es necesario que se hagan más estudios médicos para determinar si los astronautas podrán encontrarse a salvo de alguna forma o si se estarían arriesgando por comprometer su salud de por vida.
Otras cosas de las qué asegurarse
Teniendo eso en cuenta, es realmente necesario reducir el tiempo que tomaría el viaje. Una posible solución ante ello sería utilizar la propulsión nuclear que ayudaría a acortar la duración del proceso.
Por otro lado, es necesario desarrollar una nave capaz de resistir el duro ingreso a Marte. Por supuesto, debe poder aterrizar de forma suave y asegurar la integridad de los tripulantes para que ellos puedan volver a la Tierra. Para ello se está empleado actualmente el módulo Insight que aterrizará en el planeta rojo el próximo 26 de noviembre.
En los próximos años también se enviarán otros vehículos que verifiquen las condiciones del terreno. En 2020 la NASA enviará uno para analizar las condiciones de habitabilidad del ambiente, encontrar recursos y posibles amenazas para los astronautas.
Con un presupuesto de 993 millones de dólares la NASA se esforzará por desarrollar las condiciones necesarias para cumplir con el plazo propuesto. Se sabe también que compañías como SpaceX también estarán involucradas en el proyecto.