Ya hemos hablado de la famosísima Momo hasta el cansancio. Se trata de una escultura (bastante genial) hecha por una artista japonesa y exhibida en Tokyo. Nada más. Pero a partir de ahí; ha nacido la leyenda de aquél demonio malvado con WhatsApp que está dispuesto a charlar contigo.
Se dice que si agregas el dichoso número a WhatsApp; este te contestará y te mandará imágenes horribles llenas de sangre, caos, muerte y destrucción. Incluso algunos aseguran que Momo les ha respondido con datos personales (que seguramente nadie pudo buscar en Facebook). ¿Cosa del más allá? Lo más seguro es que no.
Momo, el paraíso de los datos personales
El número de Momo parece provenir de Japón; cosa que no sorprende porque como dijimos antes, de allá es la escultura. Pero, dato curioso: la gran mayoría de historias (al menos todas las que encontramos) fueron «vividas» por hispanoparlantes. Sí, ya sabemos que la leyenda también dice que Momo habla todos los idiomas del mundo; no importa en cuál le escribas, en ese te va a responder. Sin embargo, no encontramos historias en ningún otro idioma.
¿Qué nos dice esto? Que quien sea que esté detrás de Momo, es muy probablemente latinoamericano; o quizá español (menos probable). Pero todo podría quedar como una inocente broma… o no.
Puede parecer divertido jugar el juego de moda; es más, si te responde la guapa muchacha hasta podrías hacerte viral. ¡5 minutos de fama! Pero… siempre hay un pero: esa persona misteriosa tras el número viral podría acceder a muchos datos personales tuyos.
Cuando agregas a alguien a WhatsApp; Facebook e Instagram suelen sugerirte a esa persona como amigo; seguramente esto es algo que ya sabes y has experimentado. Así funciona el algoritmo. Entonces, ¿te imaginas todas las sugerencias de esta persona? Son una mina de oro para extraer datos personales; aunque no sabemos con qué propósito, seguro no es nada bueno.
Sin problema podrían encontrar tu perfil personal de Facebook, el de tus familiares, etc. Añadir a Momo a WhatsApp es exponerse por demás; especialmente considerando que no sabemos (aún, porque seguimos investigando) quién y por qué está detrás de esto.
No te arriesgues; pueden pasarte cosas peores que un par de sustos.
