Fue durante los años 1969 y 1972, cuando los astronautas del Apolo trajeron a la Tierra nueve contenedores sellados de muestras lunares. Seis de ellos ya fueron abiertos por la comunidad científica, aunque otros tres aún permanecen en su estado original. Esto podría estar a punto de cambiar.
La NASA almacena estos contenedores en el Laboratorio de muestras lunares del Centro Espacial Johnson, en Houston. ¿Qué es lo que tienen? Básicamente rocas y polvo extraídos directamente de la Luna. Aunque no es para tomarlo a la ligera, porque su estudio podría ser fundamental para las futuras misiones.
Ryan Zeigler, director de la Oficina de Adquisición y Conservación de Astromateriales de la NASA, es una de las que ha manifestado mayor interés en abrir los contenedores. Según comentó al sitio Space, los tres restantes fueron guardados intencionalmente:
Dentro de los planes de la NASA está el establecer una colonia en la Luna. Para esto, deben evaluar las posibilidades e investigar más sobre la superficie lunar. Estas muestras podrían ser de gran ayuda para esto, principalmente para evaluar si el polvo es reactivo o si pudiese ser utilizado para técnicas de construcción o cultivos.
Los científicos presentarán la propuesta para abrirlos en la 49ª Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria, organizada por el Instituto Lunar y Planetario en Houston. El encuentro tendrá lugar el 19 de marzo en Texas.