Garrett Camp, cofundador de Uber, anunció recientemente su proyecto para lanzar una criptomoneda. Sí, otra más, aunque esta vez orientada al mundo “educativo”.
La criptodivisa en cuestión se llama ECO y busca ser una criptomoneda usada entre universidades y organizaciones. De hecho, ellos mismos van a liberar un número que asciende a un billón de tokens próximamente. Una metodología distinta a la del tradicional minado.
De esta no menor cifra, el 50% será repartido entre los primeros mil millones de usuarios verificados que se registren en la página web. En tanto, 20% irá a las universidades con nodos de confianza; el 10% se destinará a asesores; otro 10% a socios estratégicos; y un 10% final se quedará con la recientemente creada Fundación ECO. Así lo dicen en su white paper:
Como han hecho énfasis en que no son una organización con fines de lucro, no harán ICO, vale decir, no recaudarán dinero para el proyecto por ese método, evitándose los líos legales que han tenido varios proyectos este tiempo. Paralelamente, según el portal Techcrunch, quieren usar solo nodos verificados para el soporte de red, a diferencia de Bitcoin, cuestión que limita la posibilidad de algunos ataques, pero también evidencia que no será una red al 100% descentralizada.
Ciertamente, la creación de más criptomonedas o emisiones de tokens con “algún propósito”, no sorprende demasiado, más aún cuando las propuestas no parecen del todo innovadoras. Aunque ECO no tendrá ICO, resulta interesante evaluar por qué la mitad de los proyectos del año pasado fracasaron.
