Uber ha lanzado un comunicado de prensa con más información sobre el hackeo del que fue víctima el año 2016 (pero del que se supo recién hace unas horas) y en el que datos de 57 millones de usuarios se vieron comprometidos.
La compañía reconoce que fue un error no haber hecho pública la situación, pese a que tomaron medidas para mitigar los daños del robo informático:
Uber también reconoce que no avisarle a nadie en el momento fue un error y «por eso ahora están tomando acciones». Pese a todo, no hay evidencia de que los datos obtenidos por los hackers se estén usando de forma maliciosa.
En ninguna parte del comunicado Uber ofrece disculpas por lo ocurrido. Es cierto, este año ha sido particularmente malo para la seguridad informática y nadie está libre de nada, pero una cosa distinta es esconder la información no por meses (como Equifax) y otra muy distinta es hacerlo por más de un año, ¿tal vez pensando en que nunca nadie sabría?
Mal Uber en esta.