Mucho se ha especulado sobre las funciones que podría integrar o prescindir el iPhone 8, pero a estas alturas parece que el factor determinante para desmentir o confirmar estos rumores sería qué tan dispuesto está Apple a salir tarde con su nuevo smartphone.
Los más recientes informes, provenientes al parecer del propio equipo de diseño y desarrollo del nuevo smartphone, afirman que al interior de Apple todos están ahora en pánico, ya que el retraso del iPhone 8 parece inevitable.
La principal causa de las angustias serían las múltiples fallas de software que está presentando el dispositivo, en su fijación por integrar nueva tecnología de hardware, con un terminal que sería puro cristal al frente, planteando con ello serios problemas para meter las funciones de TouchID sin ningún problema.
El conflicto habría llegado a tal grado que Apple teme y contempla sólo dos caminos: que el iPhone 8 se retrase en su lanzamiento, o que el terminal sea presentado e introducido al mercado en el mes contemplado originalmente, pero con sus nuevas funciones deshabilitadas hasta que Apple las pueda hacer trabajar bien.
Cualquiera de los dos escenarios, de ser ciertos, sentaría un antecedente lamentable para el iPhone que supone celebrará el décimo aniversario del nacimiento de este smartphone.