China tiene bastantes años combatiendo un problema serio de contaminación en su país. Por ello ha impulsado proyectos e iniciativas enfocadas al desarrollo de nuevos sistemas de energía, más amigables con su ecosistema, y sólo así ha sido posible crear la planta flotante de energía solar más grande del planeta.
Localizada en la ciudad de Huainan, en la provincia de Anhui, la instalación con capacidad de hasta 40 megavatios, el doble que su antecesora en tamaño, fue creada por el fabricante de inversores PV Sungrow Power Supply Co., en equipo con la firma japonesa Kyocera.
Las plantas flotantes de energía solar generan por lo general la mitad de energía que aquellas situadas sobre superficies firmes, sin embargo, su diseño y espacio de ubicación resulta innovador, práctico, favorable y hasta amigable con el medio ambiente, lo que las ha convertido en una alternativa cada vez más popular.
La provincia de Anhui siempre se ha distinguido en China por ser una zona clave para el desarrollo de la industria minera y de combustibles fósiles en décadas pasadas, de hecho la planta está construida sobre una vieja mina inundada, de modo que la apertura de esta planta lleva un mensaje profundo en su esencia.
Kyocera cuenta con amplia experiencia en el terreno de las plantas flotantes de energía solar, y llevan algo de tiempo implementando este tipo de instalaciones en Japón, pero tan grande de dimensiones como lo logrado en China:
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