La Unión Europea dictaminó como ilegales las nuevas medidas de vigilancia que el Reino Unido está aplicando a sus ciudadanos, las cuales incluyen seguir la pista del historial de Internet de los usuarios durante un año, obtener información sobre los dispositivos de los mismos (tanto en sus hogares, como también en sus móviles) y un largo etcétera de posibilidades, los que están haciendo sentir a los británicos constantemente vigilados, cual “1984”.
La entidad dispuso que la ley denominada como Investigatory Powers Bill, permitirá a los gobiernos sacar conclusiones en exceso precisas sobre la vida privada de los ingleses, agregando que “sólo el objetivo de luchar contra los crímenes serios es capaz de justificar tal interferencia (…) Esto excede los límites de lo que es estrictamente necesario y no puede ser considerada como una justificación dentro de una sociedad democrática“.
Para desgracia de estos ciudadanos, Reino Unido puede apelar a la medida en primera instancia, sin embargo la aplicación del Brexit podría no hacer necesaria esta medida, para así simplemente ignorar la acusación de la Unión Europea.
En su momento, Edward Snowden también tuvo algunas palabras para esta ley, calificándola simplemente como “la vigilancia más extrema en la historia de la democracia occidental“. Sin duda, un tema que dará bastante de qué hablar dentro de los próximos días.
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