Luego de una larga telenovela entre la ciudad de San Francisco y Uber, este último actor tendrá que sacar a su flota de vehículos autónomos de las calles, ya que el Departamento de Vehículos Motorizados de la urbe estadounidense revocó los permisos que la empresa tenía para operar estos equipos en dicho territorio.
Según indica hoy The Verge, un vocero de la empresa dijo que los autos fueron retirados de manera inmediata del lugar, no obstante están buscando otra locación dentro del estado de California para realizar estas pruebas.
El escándalo surgió luego de que se registraran un par de accidentes protagonizados por estas unidades autonómas, los cuales si bien no tuvieron consecuencias fatales para los transeúntes, sí comenzaron a significar un riesgo que los ciudadanos de San Francisco no estaban dispuestos a correr. Además de lo anterior, también existe el factor de que Uber se negó a pagar un permiso de USD $150, el cual catalogaba a estos aparatos como sujetos de prueba, con el argumento de que dicha categorización no aplicaba a este tipo de vehículos.
A pesar de que la prohibición comenzó a correr desde el día de ayer, esta medida puede ser revocada cuando la empresa pueda demostrar que las falencias de seguridad de sus automóviles ya no suponen un peligro para los peatones de San Francisco, sin embargo aún parece faltar bastante tiempo para llegar hasta ese punto.
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