El USB-C ha revolucionado la forma en que cargamos nuestros dispositivos y transferimos datos. Desde su llegada, nos enamoró por ser reversible, rápido y versátil. Sin embargo, con su popularidad también han surgido problemas, como cables de mala calidad que pueden dañar tus dispositivos o incluso provocar accidentes.
Te puede interesar: [USB-C, Thunderbolt y USB4: ¿En qué se diferencian y cuál es la mejor opción para la transmisión de datos?]
Por eso, elegir un buen cable USB-C no es tan sencillo como parece. En PC World dieron algunos consejos clave para que no te arriesgues con tu próximo cable.
Cuidado con las marcas desconocidas
No todos los cables USB-C son iguales. Aunque puedan parecer simples trozos de cable envueltos en plástico, un buen cable incluye sistemas de seguridad que protegen tus dispositivos al suministrar energía. Las marcas desconocidas, especialmente las que se venden en plataformas como AliExpress, Temu o incluso Amazon, a menudo no cumplen con los estándares de calidad necesarios.
Para evitar problemas, lo mejor es apostar por marcas reconocidas con una trayectoria comprobada. Esto no solo garantiza mayor seguridad, sino que también aumenta las posibilidades de obtener soporte si algo sale mal. Algunas marcas confiables incluyen:
- Anker
- Belkin
- Apple
- JSAUX
- Microsoft
Si bien no es una garantía infalible, optar por marcas conocidas reduce significativamente los riesgos.
Prefiere cables USB-C a USB-C
Aunque los cables USB-C a USB-A aún tienen su lugar, especialmente para dispositivos más antiguos, no son ideales si buscas rendimiento. Mientras los cables USB-C a USB-A alcanzan velocidades de carga y transferencia limitadas, los cables USB-C a USB-C modernos pueden manejar hasta 240 W de carga y velocidades de transferencia de hasta 40 Gbps.
Además, los cables de especificaciones más altas suelen estar fabricados con mejores materiales, lo que los hace más seguros y duraderos. Si tus dispositivos lo admiten, apuesta siempre por un cable USB-C en ambos extremos.
Invierte en cables Thunderbolt o USB4 si puedes
Los cables con certificación Thunderbolt (3, 4 o 5) o USB4 no solo son más rápidos y potentes, sino que están fabricados bajo estándares más estrictos. Esto significa que son menos propensos a fallar o dañar tus dispositivos.
Aunque no todo el mundo necesita especificaciones tan altas, estos cables son ideales si buscas garantizar la seguridad y el rendimiento a largo plazo. Además, asegúrate de que sean compatibles con tus dispositivos antes de hacer la compra, ya que no todos aprovechan al máximo estas tecnologías.
El peso importa: los cables más pesados suelen ser mejores
Puede sonar raro, pero el peso de un cable USB-C puede darte pistas sobre su calidad. Los cables más pesados suelen estar fabricados con un calibre de cobre más grueso, lo que mejora la señal y la durabilidad.
En una prueba, un cable económico de $9 pesaba apenas 38 gramos, mientras que una alternativa de mayor calidad de $19 alcanzaba los 86 gramos. La diferencia en calidad y rendimiento era notable. Aunque no siempre podrás pesar un cable antes de comprarlo en línea, revisar las especificaciones técnicas puede ayudarte a tomar una mejor decisión.
Evita los adaptadores magnéticos y cables USB-C viejos
Los adaptadores magnéticos USB-C pueden parecer una solución práctica, pero muchos modelos no están bien diseñados para evitar problemas como cortocircuitos o arcos eléctricos, lo que podría dañar tus dispositivos. Es mejor mantenerse alejado de estas opciones.
De igual manera, evita usar cables USB-C antiguos. Los primeros estándares de USB-C eran más propensos a fallos, como suministrar demasiada energía, lo que podía dañar los puertos de tus dispositivos o incluso causar incendios. Si tienes un cable que lleva años en el fondo de tu cajón, es hora de reciclarlo y apostar por una opción más moderna y segura.
Conclusión: invierte en calidad para proteger tus dispositivos
El USB-C es una tecnología fantástica, pero elegir el cable adecuado es esencial para aprovecharla al máximo. Apuesta por marcas reconocidas, busca cables USB-C a USB-C con especificaciones modernas y considera invertir en opciones Thunderbolt o USB4 si necesitas lo mejor en rendimiento y seguridad.
Recuerda que gastar un poco más en un buen cable puede ahorrarte dolores de cabeza (y dinero) en el futuro. Al final del día, no vale la pena arriesgar tus costosos dispositivos por intentar ahorrar unos cuantos dólares.