Como se sabe, los grupos extremistas vinculados al terrorismo utilizan las diversas redes sociales para su propaganda y así congregar un mayor número de adherentes a su ideología. Un método que está siendo combatido por empresas como Facebook, Twitter y Google a través de distintas vías, aunque parece ser que hay uno que podría tener un efecto ciertamente más eficaz que solamente dedicarse a censurar contenido: Campañas en contra de la propaganda.
De acuerdo a un estudio en el que participaron estas tres plataformas durante el año pasado (y cuyos resultados fueron revelados esta semana por The Wall Street Journal (vía The Verge), sugieren que estos esfuerzos pueden generar efectos activos en los usuarios, si bien no necesariamente en la reducción de la radicalización de estos grupos, pero sí a la hora de provocar diálogo y debate.
El análisis, llevado a cabo por el Instituto para el Diálogo Estratégico (ISD), tomo como base a distintas campañas en video, las que fueron mostradas en Estados Unidos, Reino Unido y Pakistán. Entre ellos, se mostraron unos cortos animados explican el Islam y en el que desacreditan al yihadismo entre los jóvenes.
Tras tres semanas, los 15 videos que se exhibieron en estos países cosecharon un total de 378.000 visitas y un engagement de más de 20 mil. Además, las organizaciones que promovieron estos contenidos vieron aumentar sus seguidores en línea. Sumado a estos números, los investigadores detectaron que las propuestas en contra de la propaganda terrorista generaron 484 comentarios en las tres plataformas, criticando a estos grupos extremistas.
Lo positivo en el fondo es que la generación de debate y diálogo significa que hay una reflexión en torno a lo que está sucediendo, y no se está aceptando a tontas y a locas la información a la que estamos siendo expuestos los usuarios gracias a estas campañas. Por ende, no siempre lo mejor es combatir a los totalitarismos a través de la censura, sino que más bien por medio de la discusión de ideas.
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