Los hombres de ciencia han determinado que llegó la hora de retomar esos viejos experimentos de hace casi cincuenta años, para comprender con mayor profundidad, gracias a la tecnología actual, cuáles son los efectos reales sobre el cerebro humano al consumir distintas dosis de LSD, la droga psicodélica por excelencia y que se había mantenido ajena a esta clase de estudios durante un buen rato.
Ahora, según reporta Nature, un grupo de investigadores del Imperial College de Londres, dirigidos por David Nutt y Robin Carhart-Harris, famosos locos, quienes han abogado desde el año 2010 por levantar la prohibición del estudio de este tipo de sustancias, presentan por fin, los primeros resultados de su proyecto de análisis del LSD, único en su especie desde el veto de esta clase de experimentos hace medio siglo.
Tomando un grupo de 20 voluntarios sanos y con gusto por las nuevas experiencias, Nutt y Carhart-Harris les suministraron una dosis de 75mcg de LSD a cada uno, para poder capturar mediante diversas técnicas de resonancias magnéticas, el nivel flujo sanguíneo y la interacción entre las conexiones cerebrales funcionales.
(C) Proceedings of the National Academy of Sciences
Como se puede observar hay una diferencia radical entre la actividad de la mente humana bajo el influjo del LSD o con los efectos de un simple placebo. Las regiones enfocadas a las funciones de la vista, el movimiento, el oído y la capacidad de atención dispararon su actividad, lo que dio origen a este estado de saturación, aderezado con bastantes alucinaciones.
Puede parecer bastante gratuito el experimento, pero estas son las primeras imágenes de su tipo y por ello han sido publicadas en el más reciente número de Proceedings of the National Academy of Sciences.
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