AT&T ha iniciado una nueva etapa en su proyecto de posicionamiento dentro del mercado mexicano, comenzando con la integración de los servicios e infraestructura de las dos operadoras que adquirió en el último año: Iusacell y Nextel. En un movimiento que prepara las bases para una segunda fase todavía más ambiciosa, donde entrarán directamente a competir contra América Móvil, apostando por servicios de red 4G LTE.
En el marco del Foro Económico Mundial sobre Latinoamérica, Thaddeus Arroyo, Director General de la compañía para esta división, reveló en declaraciones, rescatadas por Fierce Wireless, que han comenzado con la integración de las redes de Iusacell y Nextel, fijando un plazo aproximado de dos años para que AT&T pueda arribar formalmente al mercado mexicano con su marca, preparando una plataforma de servicios cuya cobertura competiría directamente contra la infraestructura de América Móvil, la operadora número 1 del país.
La clave para su estrategia residirá en la oferta de servicios de cuarta generación a los más de 100 millones de usuarios móviles activos de México, aprovechando el respaldo de AT&T en el terreno que lleva dominando años en Estados Unidos. Hoy por hoy la balanza está inclinada claramente hacia Telcel, que posee cerca de 72 millones de clientes, mientras que AT&T, sumando a los suscriptores de Iusacell y Nextel apenas y llega a los 9 millones. La meta es revertir ese escenario en 10 años.
Arroyo dejó entrever la intención de aprovechar la infraestructura y base de clientes estadounidense como un punto de atracción para los usuarios mexicanos, algo de lo que ya vimos los primeros indicios hace tres meses con la generación de planes de llamadas gratuitas a familiares en el extranjero.
Pero lo más interesante es que el ejecutivo confirmó que efectivamente AT&T está buscando entrar al triple play, incluyendo servicios de video a futuro, aunque no será algo que se verá pronto.