Un equipo de físicos de la Universidad de Rochester, Estados Unidos, ha creado una técnica para otorgar a una superficie metálica la capacidad de repeler el agua de forma tan intensa, que las gotas de agua rebotan sobre la superficie en vez de derramarse sobre ésta.
La técnica consiste en esculpir una superficie metálica con un láser de alta potencia insertando pequeños trozos de platino, titanio y bronce siguiendo determinados parámetros, los que crean microsurcos cuyas características son repeler fuertemente el agua. Según uno de los autores del proyecto, Chunlei Guo:
De esta forma, la superficie adquiere características superhidrofóbicas que se pueden demostrar dejando caer gotas de agua “que conservan 30% de su energía cinética mientras crean un efecto de autolimpieza, pues cada gota alcanza a recoger una cantidad significativa de partículas de polvo de la superficie”, aseguraron los académicos.
Mientras las técnicas para crear materiales superhidrofóbicos dependen de esparcir algún tipo de material por su superficie, la técnica de los físicos de la Universidad de Rochester crea una modificación permanente sobre una superficie. Esto implica que en el caso de ser elaborado en masa, nos podría entregar la posibilidad de elaborar aparatos de fácil manutención que se limpien solos, por ejemplo, paneles solares, y que además no se oxidarían ni se congelarían.