A medida que aumenta nuestra edad, irremediablemente incrementan los problemas de la vista en la gran mayoría de la población (en EE.UU. 40% de las personas de más de 40 años necesita lentes para leer), y si bien para muchos la solución es usar gafas ópticas o lentes de contacto, hay casos en los que esto no basta. Por ejemplo, hay personas que tienen problemas para identificar objetos cercanos, por lo que cuando conducen su automóvil deben obligatoriamente sacar sus anteojos. ¿Qué hacen entonces si quieren mirar su celular?
Para este tipo de situaciones, un equipo de científicos dirigidos por el profesor Gordon Wetzstein de la Universidad de Stanford está desarrollando junto a colegas del MIT y la Universidad de California, Berkeley, una pantalla especial que tendría la capacidad de adaptarse a los problemas de visión del usuario, y que puede ser implementada en tablets y teléfonos.
La idea es emplear una lámina transparente especial de bajo costo que cubre la pantalla, que combinada con diversos algoritmos integrados a las tablets o smartphones para determinar la ubicación de los ojos del usuario respecto a la pantalla, sería capaz de distorsionar la imagen acorde al problema de visión del usuario permitiéndole ver nítidamente la pantalla.
La pantalla sería capaz de corregir los problemas a la vista y ser percibida de forma clara por gente con miopía, hipermetropía, astigmatismo y otros problemas más complejos. Las pruebas hasta el momento muestran que la tecnología funciona, pero falta llevar a cabo estudios que cubran grandes cantidades de personas. Según Wetzstein, la tecnología podría, por ejemplo, servir para países subdesarrollados donde es más fácil acceder a un celular que a un oftalmólogo.