El viernes pasado se realizó en Uzbekistán el examen de ingreso a las universidades del país asiático, donde según los medios locales es normal que los estudiantes suelan usar sus celulares para intentar hacer trampa y obtener mejores resultados, por lo que la policía realiza una revisión exhaustiva a los estudiantes requisándoles sus celulares cuando van a dar el examen.
Sin embargo este año ocurrió algo bastante particular: toda la Internet móvil y los servicios de mensajería de texto en el país fueron suspendidos durante la realización de los exámenes, entre las 8:30 y las 13:30 hora local.
Las dos principales operadoras del país afirmaron que se debió a “un trabajo urgente de mantenimiento de las redes de telecomunicaciones“, y si bien no suspendió las llamadas de voz, estas restricciones afectaron no solo a quienes tomaban el examen, sino que también a los estimados 19,6 millones de usuarios de celulares del país de 30 millones de habitantes.
Los medios locales afirman que los estudiantes son capaces de llegar bastante lejos para hacer trampa (al fin y al cabo, las universidades de Uzbekistán no tienen la capacidad de aceptar a todos los interesados en el país en cursar estudios superiores), como esconder mini-celulares en la suela de sus zapatos para llamar por ayuda. De hecho, algunas tiendas del principal mercado de tecnología de la capital, Taskent, tenían letreros advirtiéndole a los estudiantes: “Se nos acabaron los mini-celulares así que usa tu cabeza para tomar el examen“.