Durante años, los productores energía a base de petróleo, gas y carbón, pretendieron haber encontrado la solución a la emisión de CO2. Esta consistiría en capturar el CO2 emitido y “secuestralo” en algún lugar seguro. La mejor alternativa parecía ser la de introducir el CO2, a gran profundidad bajo tierra.
Se iniciaron varios proyectos, pero la tecnología utilizada funcionaba mal: varios de estos proyectos terminaron fracasando.
Pero esta vez, el Departamento de Energía de los EE.UU. ha comenzado la construcción de un proyecto de captura y secuestración de carbono llamado Petra Nova, que utiliza una tecnología de eficacia ya comprobada. Los trabajos se están realizando en una central eléctrica cerca de Houston, y que utiliza carbón como fuente de energía.
El siguiente video, realizado por la compañía Shell, nos explica el concepto general de cómo se captura y secuestra el CO2 bajo tierra:
Con la ayuda de las empresas NRG Energy y JX Nippon, el Departamento de Energía planea construir un sistema de captura de carbono que puede capturar el 90% de la producción de dióxido de carbono proveniente de la combustión del carbón, para luego secuestrarlo bajo tierra, donde no pueda afectar al clima.
El proyecto Petra Nova, originalmente fue previsto como un proyecto que podría capturar el CO2 generado por una producción modesta de electricidad de 60 MW/hora. No obstante, gracias a la inversión de las compañías NRG Energy y JX Nippon, se pudo escalar el plan a mucho más. Petra Nova será construido con la capacidad de capturar la expulsión de dióxido carbono de una planta que produce 240 MW/hora.
La idea de capturar el carbono, bajo la forma de CO2, es poder producir energía a partir de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, sin arrojar dióxido de carbono al medio ambiente; el gas más responsable del efecto invernadero.
Para capturar el dióxido de carbono, Petra Nova utiliza unos solventes basados en aminas de moléculas pequeñas, las que capturan el CO2. Estos solventes tienen una alta afinidad con este gas.
El disolvente, ahora rico en CO2, es enviado a continuación, hacia otra cámara en la que se utiliza vapor de agua a baja presión para romper el enlace químico que mantiene atrapado el dióxido de carbono en el solvente. Así se libera el gas, el que será expedido a sus destino por un gasoducto, mientras que el disolvente podrá reutilizarse en el ciclo del proceso.
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Petra Nova utilizará un procedimiento poco usual. En lugar de simplemente bombear bajo tierra el gas carbónico, lo transmitirá a través del gasoducto hacia el campo petrolero West Ranch, ubicado a 80 kilómetros de la planta de energía.
A este procedimiento le llaman “recuperación mejorada de petróleo.” Básicamente, consiste en bombear el CO2 hacia lo más profundo del reservorio subterráneo de petróleo para empujar por presión el combustible que se encuentra a un nivel inalcanzable desde de la superficie.
El proyecto Petra Nova es un buen primer paso hacia la CCS a gran escala. Por el momento, la cantidad de carbono liberado durante la extracción del petróleo del campo petrolífero de West Ranch es mucho mayor de lo que produce la planta de energía. Sin embargo, ya es un buen comienzo.