Conociendo su efecto energético natural, los investigadores trataron de potenciarlo, y al mismo tiempo, hacerlo más fiable.
Una de las cuestiones en cuanto a la absorción de la luz por el citocromo c , es que cambia en función del estado de oxidación de los átomos de hierro y cobre que contiene la enzima en su estructura química.
El año pasado, los investigadores fueron capaces de transferir una proteína activada por luz, derivada de bacterias, conocida como delta rodopsina, en las mitocondrias, y utilizarla para controlar directamente el potencial electroquímico a través de sus membranas.
Esencialmente, lo que hicieron fue mejorar la “fuerza móvil de protones” para producir energía adicional, a la manera en que lo hacen los cloroplastos en las plantas.
Dado que las empresas de biotecnología a gran escala, están logrando progresos sustanciales en el ámbito de la terapia celular y génica, existe una oportunidad real para estas empresas, altamente especializadas, para producir la arquitectura de componentes necesarios para perfeccionar estas terapias, con el fin de que se puedan aplicar en el tratamiento de enfermedades ligadas a desórdenes metabólicos y por qué no, también para mejorar la calidad de vida del ser humano, mejorar su energía.