Un equipo de académicos de múltiples países realizó un estudio, que fue recientemente publicado en Functional Ecology, en el que revela cómo la selección natural responde a una acción humana completamente impremeditada: La radiación en Chernóbil tras el accidente de su central nuclear en 1986.
En base a la premisa de que los pájaros que residen cerca de Chernóbil tienen mejores chances de sobrevivir a la radiación que los pájaros cerca de la planta de Fukushima, en Japón, tras el accidente de su reactor en el año 2011, los científicos partieron de la base que esta diferencia de tiempo le habría permitido a los pájaros ucranianos desarrollar una resistencia contra la radiación.
Para saberlo, los científicos extrajeron muestras de sangre y plumas de 120 pájaros de 13 especies diferentes que recogieron tanto de regiones con mucha y poca radiación alrededor de Chernóbil para buscar daños genéticos y analizar los niveles de glutatión, un antioxidante que ayuda a remover moléculas radiactivas de tejidos biológicos.
Los resultados fueron significativos. Mientras que los pájaros en zonas con baja radiación tenían una concentración promedio de glutatión de 450 microgramos por gramo de masa corporal; los pájaros en zonas con alta radiación tenían 725 microgramos por gramo. Es más, a mayor nivel de glutatión, menor era la cantidad de daño genético en las células de los pájaros.
Link: Functional Ecology (vía The Economist)