Luego que se destapara que Estados Unidos llevaba años con un masivo programa de vigilancia a las comunicaciones de personas en todo el mundo, el Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, reconoció que las actividades se mantuvieron demasiado tiempo en secreto.
Los ciudadanos de EE.UU. y la mayoría de los parlamentarios no fueron informados durante años sobre los programas de recolección de datos, gracias a una interpretación de la sección 215 de la Patriot Act. Pero luego apareció Edward Snowden, y se filtró todo.
Clapper no reconoce que haya nada malo en vigilar la actividad de millones de personas en el mundo, sino que solo admite un error en no haber informado pertinentemente sobre lo que se estaban haciendo. Si se hubiese indicado desde el principio lo que iban a hacer, los ciudadanos probablemente habrían apoyado el programa, opina Clapper.
“No creo que fuera de mayor preocupación para la mayoría de los estadounidenses que las huellas digitales. La gente acepta esto porque saben de ello. Pero si hubiésemos sido transparentes y hubiésemos dicho, aquí hay algo más que debemos hacer como ciudadanos por el bien común, tal como vamos al aeropuerto dos horas antes y nos quitamos los zapatos, como todas las otras cosas que hacemos por el bien común, está es una más”, dijo.
Nunca sabremos qué habrían opinado los estadounidenses si se les hubiese consultado sobre este tema. El presidente de EE.UU., Barack Obama, defendió en gran medida los programas hace un mes, ofreciendo solo algunas reformas para limitar su alcance, mientras en el extranjero los demás países intentan encontrar una vía para evitar ser espiados.
Link: The Daily Beast