Columna

¿#Teacuerdasde el diskette?

En el post de hoy dedicado a nuestra sección #Teacuerdasde decidimos darle honor a un aparato de almacenamiento de información revolucionario y muy utilizado en su tiempo. Señoras y señores, hoy les vamos hablar del diskette, o también llamado disquete.

Este dispositivo fue un gran elemento de portabilidad, de acceso, de seguridad e inseguridad ya que de un instante para el otro podía dar fallas, de poder llevar muchos de nuestros archivos de un lado para el otro y abrirlo en cualquier PC, a veces nos provocaba una ira inmensa por no funcionar en situaciones más que necesitadas, también nos hacía el sentir estar a la moda y actualizados; nos brindaba la posibilidad de tener mucho en algo tan pequeño, y demás cantidad de cosas infinitas que solo un geek de sangre y alma pura pueden haber entendido y comprendido de qué se trataba.

Esos discos magnéticos tenían dos versiones más populares: una de 5 1/4 pulgadas, y otra de 3 1/2 pulgadas. También eran llamados discos flexibles, contrastando con los discos rígidos. La información en ellos contenida podía perderse o afectarse fácilmente con el tiempo, el polvo, la humedad, el magnetismo, el calor, etc.

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(CC) DBreg2007

La versión de 5 1/4 podía llegar a almacenar hasta 1,2 MB, y la de  3 1/2 pulgadas almacenaba 1,44 MB como máximo. La unidad encargada de leer estos discos se llamaba disquetera. Es muy probable que más de uno todavía tenga una desktop con la entrada correspondiente para este periférico.

De esas dos versiones, la más utilizada a nivel mundial fue la de 3 1/2 pulgadas. Tener en “un cuadradito” 1,44 MB era algo de bastante capacidad en su tiempo.

Recuerdo en el comienzo de mi transcurso por el colegio secundario, éste era el elemento principal para las computadoras. Eso sí, como dije antes, de un instante para el otro podía dejarnos “a pata” ya que por “X” razón podía producirse un error y perder toda la información. Y, en muchas ocasiones, dicho material solamente se encontraba guardado en el disquete… y ahí era cuando a más de uno nos agarraba la desesperación y los nervios je. En ciertas ocasiones, varios respaldaban la información  guardándola en otro diskette. Y bueno, como no podía ser, esa otra unidad también podía fallar…

(C) educaticvo

En fin… desde hace tiempo ya el diskette pasó a mejor vida. La llegada disruptiva del CD fue su gran declive. Y luego vinieron los DVD, Blu-Ray, memorias USB, tarjetas MicroSD, etc. Incluso, actualmente contamos con la nube para ser vigilados por la NSA almacenar nuestros archivos e información.

Para aquellos que todavía conservan estos aparatos y no saben exactamente qué hacer, una de las mejores opciones quizás sea hacer “artes caseros” como el que figura en la imagen superior a estas líneas. Al menos es una buena forma de guardarlos y darles utilidad al mismo tiempo, evitando – o alargando el tiempo – que pasen a formar parte de la obsolescencia programada.

Esta fue nuestra nueva pequeña reseña realizada para #Teacuerdasde. Esperamos que haya sido de su interés. ¡Recuerden que ustedes también pueden participar y dar recomendaciones sobre temas a colocar aquí!

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