Cody Wilson saltó a la fama con la creación de The Liberator, la primera pistola impresa en 3D en su totalidad, cuyos planos circulan libremente por Internet. Ahora, el joven de 25 años está trabajando en un nuevo proyecto junto a un grupo llamado “Unsystem”: Esconder las huellas dejadas por las transacciones realizadas con bitcoins.
Cada vez que una bitcoin cambia de manos (porque se usó para pagar o comprar algo), esa transacción queda anotada en un registro público conocido como “block chain“. La transacción es pública, de modo que todos podemos ver que efectivamente se realizó. Así nadie puede decir que no le llegó el dinero a su cuenta o que ocurrió un fraude – todos pueden ver la transacción.
Lo que es más difícil de saber es el nombre de las personas que hicieron la transacción. Lo que tenemos son un montón de números correspondientes a una billetera. Así por ejemplo se sabe que alguien transfirió USD$150 millones en bitcoin, pero no conocemos quién.
Wilson considera que este sistema no es suficientemente anónimo, ya que alguien podría rastrear eventualmente al dueño de la billetera haciendo algo de investigación (como ocurrió en el caso de Silk Road). Así, está trabajando en “Dark Wallet“, que intentará agregar protecciones adicionales para hacer más difícil rastrear las transacciones, incluyendo un protocolo llamado “trusted mixing” que combina las monedas de los usuarios antes de registrarlas en la block chain.
Dark Wallet está en desarrollo después de juntar más de USD$50.000 en IndieGogo y unos USD$200.000 por otras vías, incluyendo donaciones de bitcoin. La billetera funcionará como una extensión para Firefox y Chrome y promete lanzarse durante el primer trimestre de 2014.
“No es que quiera que compres drogas. Es solo que creo que deberías tener la libertad de hacerlo”, dijo Wilson al Wall Street Journal.
El objetivo de Wilson es alejar lo más posible a la bitcoin de posibles controles de parte de gobiernos. Según su pareceer, la bitcoin debiera ser la base de una economía paralela que debilite la habilidad del gobierno de recolectar impuestos y controlar el valor de la moneda.
“El estado está permitido porque todos hemos elegido usar ciertas instituciones para canalizar nuestra actividad y comercio. Pero cuando tenemos la posibilidad, a través de medios y tecnologías alternativas, de canalizar nuestro comercio como queremos, canalizar nuestra producción como queremos, entonces el Estado simplemente desaparece”, dijo Wilson a The New Yorker.
Con la Liberator la idea era similar: “¿Cómo se comportarían los gobiernos si tuvieran que operar asumiendo que cualquier y cada ciudadano tiene acceso casi instantáneo a un arma a través de internet? Averiguémoslo”, declaraba Wilson cuando creó el proyecto.
Link: Wall Street Journal
