Aunque Intel está haciendo esfuerzos titánicos por no quedarse atrás en el mercado móvil, ya sean en tablets o con smartphones, donde no paran de lograr mejores resultados son con sus procesadores para portátiles.
La nueva generación de procesadores Intel “Haswell” integran una nueva tecnología gráfica que han llamado Intel Iris Pro. Es marketing, es un nombre muy fácil de identificar y de los que hasta se pondrá una pegatina en la parte cercana al teclado, pero lo que hay detrás es una gran mejora de un procesador gráfico integrado en los procesadores Core i5 y Core i7 de Intel.
Por ejemplo, en la última generación Haswell presente en ultrabooks y de nuevo, tan solo en algunos modelos de procesadores, no en todos, estas maquinas por fin se convierten en portátiles capaces de mover juegos.
Los Ultrabooks tiene dos principales problemas, el primero y quizá más importante y que poco a poco se está mejorando es la capacidad de la batería, no se logra alcanzar a la enorme batería del MacBook Air que supera las 8 horas de uso. Pero otro problema es el poder gráfico. Es evidente que estas máquinas no están diseñadas para ser equipos de alto rendimiento, son equipos de movilidad, te los puedes llevar a todos lados porque no ocupan mucho y no pesan.
Con Intel Iris Pro este problema se soluciona. En un equipo de Clevo que Intel ha mostrado en la presentación de nuevos productos, hemos comprobado la potencia de Iris Pro en un Core i7. El resultado es que por primera vez, un portátil con un procesador sin ser “el de más alta gama” y sin una tarjeta gráfica dedicada, por fin sirve para jugar.
Es una pena que en el vídeo no se vea en detalle la calidad de los gráficos, pero no es una demo, no es un vídeo puesto una y otra vez, es un juego que está renderizando una y otra usando su motor gráfico.
El nivel de detalle, las transiciones, los reflejos, la capacidad de superar los 50fps (en esta demo) y todo ello en una resolución Full HD. Parece que por fin estamos ante una generación de procesadores que de verdad son gráficamente potentes.
Y se le pueden buscar muchos usos, edición 3D por ejemplo, pero sinceramente, al final se usa para jugar. Y con un Ultrabook aunque se puede jugar, no se logra una gran calidad. Con tecnología como Iris Pro por fin parece que se consigue y que juegos de última generación sean capaces de ser jugables en un punto en el que el vídeo no vaya a saltos.