El concepto de la «era post-PC» ha sido controvertido, quizás porque fue Steve Jobs el que comenzó a utilizarlo en 2010 como una manera de destacar al iPad y lo que él creía que vendría para el mercado de los gadgets. Hace un año, Microsoft aseguraba que a lo que nos enfrentábamos no era la «era post-PC» sino la «era del PC+», aunque a fin de cuentas, podría tratarse de lo mismo.
Lo concreto es que nos enfrentamos a un escenario donde los equipos de escritorio ya no se venden como antes. En los primeros tres meses del 2013 se vendieron 13,9% menos PCs que en 2012 según la consultora IDC, y el número de equipos vendidos nos hizo retroceder a lo que se lograba vender en 2009, según Gartner.
Simplemente, las personas ya no renuevan sus equipos «grandes» con la misma frecuencia que antes, optando por mantenerse actualizados con dispositivos más pequeños y portátiles para el día a día. Los tablets y smartphones sí se renuevan con mayor frecuencia, lo que le interesa mucho a las empresas – si vas a cambiar tu smartphone cada año, todos querrán venderte la que podría ser tu próxima elección.
La amenaza Android
Microsoft no es la excepción y en los últimos años ha hecho un esfuerzo máximo por ser una empresa móvil. El cambio aquí involucra a prácticamente todos los productos de la compañía. No estamos hablando de que lanzó Windows Phone y con eso se quedará tranquilo, sino que el giro es mucho más profundo: Incluye a Office en la nube y bajo suscripción, para que puedas usarlo en cualquiera de tus equipos portátiles o fijos; un gran impulso a SkyDrive para sincronizar todo lo que haces en diferentes equipos; y hasta la incorporación de la marca Xbox ya no como una consola, sino como una plataforma global de entretenimiento que está presente en Windows y Windows Phone.
Windows 8 fue presentado el año pasado con un diseño pensado para equipos móviles y táctiles. Parecía más bien la competencia de Android que cualquier otra cosa.
Aquí Microsoft no se equivoca: A quien hay que competirle no es Apple, sino Google. Basta observar lo que está ocurriendo en empresas que tradicionalmente han operado sólo con Windows, que están adoptando Android ya no sólo en tabletas de tamaño reducido: HP lanzó un equipo de escritorio con Android, lo mismo que Acer, Asus y hasta Intel, su socio inseparable, ha hecho esfuerzos en adaptar sus procesadores para que sean utilizados en tablets con Android.
El usuario de escritorio
Para Microsoft, cambiar radicalmente su lógica no es una tarea fácil. Son años de trayectoria en equipos estacionarios que están impregnados en lo que las personas asocian a la marca. Por otro lado, millones de personas siguen dependiendo de Windows en su trabajo diario, que no necesariamente requiere de pantallas táctiles y equipos portátiles, sino de software tradicional que se utiliza en el escritorio.
Durante este Build, gran parte del foco estuvo en ellos, con una serie de ajustes en Windows 8.1 que llegan a hacerle la vida más fácil al usuario de escritorio que todavía no está listo para volverse completamente móvil y quiere seguir utilizando un mouse y un teclado. Microsoft no quiere perder a estos usuarios fieles que lo han acompañado por años, aunque reconoce que su futuro no está en ese mercado, sino en el de «la era post PC».
Por un tiempo transitaremos en un periodo de adaptación, en el que nosotros mismos como usuarios tendremos que elegir la plataforma que nos acomoda más y aprender a convivir entre sistemas. Hoy nuestro teléfono puede ser Android, nuestro PC Windows y nuestro tablet iOS, pero los tres ecosistemas están luchando para que optemos a que los tres dispositivos sean del mismo sistema operativo.
Microsoft sin duda que está concentrado en esta carrera y se está jugando su futuro en ella.