Han aparecido bastantes críticas en este último tiempo en Estados Unidos acerca del rol que debería cumplir Kickstarter luego del debut en el sitio de crowdfunding de proyectos asociados a gente que ya cuenta con cierto reconocimiento como el de los creadores de Veronica Mars, y recientemente, el proyecto de Zach Braff, el protagonista de la serie ‘Scrubs’, y director y protagonista de Algo en común (Garden State).
Por ejemplo, un veterano guionista y productor de Hollywood criticó que se utilice Kickstarter para proyectos de gente consagrada afirmando que “el próximo Kevin Smith está ahí afuera, en algún lugar. El (o ella) simplemente necesita una oportunidad, lo que se supone que debería proveer Kickstarter. Zach Braff podría encontrar su dinero en otro lado“.
Sin embargo, tres de los co fundadores de Kickstarter, Charles Adler, Perry Chen y Yancey Strickler, escribieron un artículo en el blog del sitio de crowdfunding defendiendo la opción de personas reconocidas de recurrir al sitio para buscar fondos para sus proyectos. “Kickstarter es una nueva forma que tienen los creadores para llevar a cabo sus proyectos. No a través del comercio, caridad o inversión, sino que a través de un nuevo modelo impulsado por una audiencia motivada“.
Los co fundadores advirtieron que el año pasado recibieron críticas similares, sin embargo, el contra argumento que dieron en ese entonces es bastante simple: Las personas que llegan a Kickstarter para apoyar el proyecto de una persona consagrada crean un efecto en cadena que termina beneficiando a otros proyectos.
Las cifras para Kickstarter son claras. El 63% de las personas que apoyaron los proyectos de Zach Braff y el de la película de Veronica Mars nunca habían contribuido antes a otro proyecto. Miles de ellos, al ver en que consistía el sitio, contribuyeron con más de US$ 400.000 a 2.200 proyectos distintos. El 40% de esta cifra fue destinada a otros proyectos de cine.