Le llueve sobre mojado a nuestro querido servicio de música online Grooveshark. Y es que después de caminar bastante cargado sobre la cornisa de la ilegalidad, tarde o temprano las iba a ver bien negras. Ya lidiaba con demandas de tres de los cuatro principales sellos discográficos (Warner, Sony y Universal) y ahora completó este póker de acusaciones judiciales en su contra con una demanda de EMI.
El miércoles, EMI Music Publishing – compañía con la que tiene acuerdos de licencias – presentó una demanda contra Escape Media Group, dueña de Grooveshark, por incumplimiento de contrato. El sello indicó que desde el momento en que firmaron su acuerdo en 2009, Escape “no ha hecho ni un solo pago de royalty a EMI, ni tampoco ha entregado ni un solo informe anual de cuentas”. Mala cosa.
En el libelo, EMI adjuntó una serie de correos electrónicos y correspondencia legal como evidencia. En ellos, EMI le exige a Grooveshark al menos US$150.000 en derechos de autor. No obstante, ahora EMI busca compensación por daños indeterminados.
La postura del servicio de música digital es más conciliadora: “Esta es una disputa contractual que esperamos resolver”, dijo en un comunicado. Pero la compañía también sostiene que su servicio es legal bajo la Digital Millennium Copyright Act (DMCA), una ley federal que protege a las compañías de Internet que alojan material de terceros si es que cumplen con los avisos de retirar material por parte de los dueños de los derechos. El problema es que Grooveshark se ha mantenido en conflicto con las discográficas por este tema.
Complejo panorama para el tiburón…
Link: New Lawsuit Means All Major Labels Are Suing Grooveshark (The New York Times)
