La nave espacial china Shenzhou-8 y el módulo Tiangong-1 consiguieron acoplarse por segunda vez de manera exitosa, demostrando una vez más los importantes avances logrados por dicha nación para el establecimiento de su propia base espacial permanente.
Recordemos que a principios de mes ambas naves se acoplaron permaneciendo unidas en órbita por doce días. Posteriormente ambas naves se separaron de forma automática en una maniobra que se extendió por media hora y que se llevó a cabo durante la fase diurna de la órbita, con el objetivo de demostrar que los sensores ópticos operaban correctamente incluso estando en presencia de los rayos del Sol.
Luego de una serie de maniobras previamente programadas los operadores en Tierra dieron el vamos para un segundo acoplamiento, procedimiento que se llevó a cabo sin ningún tipo de problema desde el punto de vista técnico.
Ahora ambas naves se mantendrán unidas por lo menos durante dos días, momento en el que volverán a desacoplarse para que la Shenzhou-8 regrese a la Tierra el próximo 17 de noviembre.
El programa espacial chino contempla el envío para el próximo año de una novena nave Shenzhou para acoplarse con el módulo Tiangong-1, con la salvedad de que dicha nave transportaría una tripulación integrada por la primera mujer astronauta del país asiático.
Link: Shenzhou 8 aces second docking test in sunlight (SpaceFlight Now)