(cc) Mª Antonia Garcia Benau
De un tiempo a esta parte, el cineasta Álex de la Iglesia ha intentado supuestamente tender puentes entre las diferentes partes en conflicto enfrentadas por la ‘Ley Sinde‘ (asociaciones de internautas y usuarios por un lado, entidades representantes de autores, productoras y Ministerio de Cultura por otro). Y digo supuestamente porque la manera en la que ha procedido en los últimos días indica otra cosa. Recapitulemos.
El director de cine entregó hace un par de días una propuesta de reforma de la ‘ley Sinde’ a la ministra y a la portavoz del principal partido de la oposición, previo al nuevo debate de la ley en el Senado que se realizaría esta semana.
La novedad residía en que el texto estaba redactado por David Maeztu, un abogado experto en Internet. Este habría redactado la propuesta por iniciativa propia y habría intentado reunirse previamente con diferentes blogueros y empresarios de Internet significados por su rechazo a la ley (como Enrique Dans o Nacho Escolar) para debatirlo.
Esa reunión no llegó a producirse debido a la indiscreción de una emisora de radio, que llamó a uno de los convocados a la reunión (Julio Alonso) preguntándole por un su participación en un «documento de mínimos para que la ley Sinde se apruebe».
La jugada estaba clara y la reunión se desconvocó: Alguien filtró la noticia al medio de comunicación (el propio De La Iglesia o desde el Ministerio de Cultura, probablemente) con la intención de presentar el texto como un gran acuerdo entre internautas, usuarios y defensores de la ‘ley Sinde’. Algo a lo que los citados blogueros y empresarios no estaban dispuestos a asumir.
Si la idea seguía siendo llegar a un acuerdo entre todas las partes no entiendo el secretismo con el que se ha llevado el asunto, que en todo caso vuelve a demostrar la nula voluntad del Ministerio por arreglar una ley que solo genera rechazos y fracasos a partes iguales. El siguiente episodio, mañana en el Senado.
Link: Álex De la Iglesia escribe su propia «ley Sinde» (Público)
